La capa de nieve en las Montañas Rocosas está actualmente 14 por ciento por encima del promedio para esta época del año, pero el verano seco del año pasado puede reducir la escorrentía hacia el Río Colorado.
Warren Turkett, analista de recursos naturales de la Comisión del Río Colorado de Nevada, le informó a los comisionados el martes que un verano cálido y la falta de precipitaciones en la cuenca superior del Río Colorado el año pasado dejaron el suelo más seco de lo normal, lo que se espera que reduzca la cantidad de agua que fluye hacia el lago Powell a un 20 por ciento por debajo del promedio según las proyecciones actuales.
“Así que lo que sucede es que cuando llega la temporada de escorrentía, ese suelo actúa como una esponja, y mucha de la humedad del suelo de la nieve se queda en el suelo”, le explicó al Review-Journal después de la reunión.
Los próximos dos meses serán cruciales para determinar el flujo de agua para el resto del año, indicó Turkett.
“Si terminamos recibiendo mucha más nieve y continuamos en esta trayectoria, entonces obviamente tendremos mucho más del 80 por ciento de la afluencia de agua que llega al lago Powell”, le expuso a los comisionados.
Le comentó al Review-Journal que el rápido calentamiento de las temperaturas al principio de la temporada podría causar una rápida escorrentía temprana, lo que resultaría en una disminución más allá del pronóstico actual.
“Eso sería muy malo”, advirtió.
Lo ideal sería que las temperaturas se mantuvieran frías y que la nieve se acumulara a lo largo de la temporada, lo que provocaría una mayor escorrentía de la prevista actualmente.
El año pasado, el suelo de la cuenca superior era aún más seco, pero las precipitaciones compensaron algunos de los resultados potencialmente negativos, dijo Turkett.
El promedio de escorrentía de la cuenca superior es de 10.83 millones de acres-pies. Un acre-pie es suficiente agua para abastecer a dos hogares promedio de Las Veags durante un año.