La libertad de prensa en el mundo vive sus cotas más bajas en diez años, amputada por las legislaciones basadas en la seguridad, la intimidación y la injerencia de propietarios de medios, según un informe publicado este miércoles.
La organización de defensa de los derechos humanos Freedom House reveló que los “periodistas afrontaron en 2014 una intensificación de las presiones llegadas de todos lados”.
“Los gobiernos utilizan las leyes basadas en la seguridad y de lucha contra el terrorismo como pretexto para acallar las voces críticas, los grupos de presión y los grupos criminales utilizan tácticas cada vez más descaradas para intimidar a los periodistas, y los propietarios de medios de comunicación intentan manipular el contenido de las informaciones en favor de sus intereses políticos y económicos”, advirtió la organización.
Una de las “evoluciones más preocupantes” fue la movilización de los países democráticos ante el aumento de propaganda de los regímenes autoritarios y los grupos activistas, explicó Jennifer Dunham, responsable del informe.
“El peligro es que en lugar de impulsar un periodismo honesto y objetivo y la libertad de información como un antídoto adecuado, las democracias recurren a la censura y a su propia propaganda”, continuó.
Uno de cada siete en el mundo vive en un país con prensa libre
“Solo el 14% de los habitantes del mundo, 1 de cada 7, viven en países donde hay una prensa libre”, dijo Jennifer Dunham, principal autora del informe anual sobre el estado de ese derecho en el mundo de la organización Freedom House, en una conferencia de prensa celebrada en Washington.
De los 199 países estudiados por la organización, 63 fueron calificados como “libres” para los medios de comunicación (un 32%), entre ellos Estados Unidos y buena parte de Europa, incluida España; mientras que 65 países se consideran “no libres” (un 32%) y otros 71 son “parcialmente libres” (un 36%).
La nota media de la libertad de prensa a nivel global es de 48.5, su nivel más bajo desde 1999, y el declive se hizo sentir en todas las regiones del mundo excepto el África Subsahariana, que mejoró ligeramente, según Freedom House, que viene elaborando ese estudio desde 1980.
En Estados Unidos, el índice de libertad de prensa descendió un punto, hasta 22, algo que Freedom House achaca a “las detenciones, acoso y duro tratamiento a los periodistas por parte de la Policía” durante las protestas de agosto en Ferguson.
Menos libertad en cinco países latinoamericanos
Ecuador, Honduras, México, Perú y Venezuela obtuvieron la peor calificación en una década debido a la violencia e intimidación que gobiernos y entes criminales ejercieron sobre sus periodistas, según la organización, que conservó a Cuba entre los 10 países más represivos del mundo pese al reciente acercamiento de la isla a Estados Unidos.
Uruguay y Costa Rica continuaron siendo las dos únicas naciones latinoamericanas entre los 63 países con prensa libre, según el estudio.
Los 71 países con restricciones parciales a la libertad de prensa incluyeron a Chile, El Salvador, República Dominicana, Brasil, Bolivia, Perú, Panamá, Argentina, Nicaragua, Colombia, Paraguay y Guatemala.
La organización señaló que la aplicación de una ley de comunicaciones de 2013 deterioró aún más un entorno comunicacional marcado por la autocensura y la intimidación en Ecuador, donde varios medios prominentes redujeron la frecuencia de sus producciones, modificaron sus líneas editoriales o cesaron operaciones por completo.
La calificación de Honduras desmejoró debido a la formulación de cargos penales por sedición contra un reportero político, a la aprobación de una nueva ley sobre información confidencial y al debilitamiento del periodismo crítico ante la censura oficial y un apoyo casi incondicional de los dueños de medios al gobierno.
Freedom House dijo que además de que los periodistas sufren actos de violencia de parte de gobiernos locales y pandillas, México desmejoró su calificación debido a una nueva ley que permite al gobierno rastrear a usuarios de telefonía celular y monitorear o suspender telecomunicaciones durante protestas.
Perú también sufrió una desmejora en la evaluación debido a un incremento en las amenazas de muerte y violencia sufrida por los periodistas, una impunidad continua sobre crímenes anteriores y la ausencia de voluntad política para abordar el problema.
En cuanto a Venezuela, el ente documentó un aumento en las agresiones contra periodistas locales y extranjeros, falta de transparencia sobre los propietarios de medios importantes y las dificultades para obtener papel periódico, exacerbadas por las políticas económicas aplicadas por el gobierno de ese país sudamericano.
Resto del mundo
España tiene una puntuación de 28, idéntica a la del año pasado, ligeramente por detrás de Polonia (26), Reino Unido (24), Francia (23), Alemania (18) y Portugal (18); y por delante de Italia (31), donde Freedom Press dice que la prensa solo es “parcialmente libre”.
Una de las principales razones del declive global, según Freedom House, es “la aprobación en varios países de leyes de seguridad o secreto oficial que establecen nuevos límites a la libertad de expresión”, entre ellos en Tailandia, Turquía y Rusia; además de las detenciones de periodistas en Azerbaiyán, Egipto y Etiopía.
Otros factores son el creciente número de áreas inaccesibles para los periodistas, como las controladas por el Estado Islámico (EI o ISIS, por sus siglas en inglés) en Siria e Irak, y las amenazas y violencia contra periodistas, como la que se registra en México y parte de Centroamérica.
A ello se suma la concentración de medios en poder del Estado en Rusia, y un uso de la propaganda “más agresivo” en Rusia y China para intimidar a los periodistas independientes.
Noruega y Suecia son los países con más libertad de prensa en el mundo (10 puntos cada uno), mientras que las peores puntuaciones son para Corea del Norte (97), Uzbekistán (95), Turkmenistán (95), Eritrea (94), Crimea (94), Bielorrusia (93), Cuba (91), Siria (90) e Irán (90).
Grecia es el país donde más ha descendido la libertad de prensa entre 2010 y 2014, con 21 puntos menos en una escala de cien, según el informe, que otorga a cada nación una puntuación sobre la base de que 0 es el máximo de libertad y 100 el mínimo.
Fundada en 1941, Freedom House es una organización no gubernamental con sede en Washington que hace estudios sobre democracia, libertad política y derechos humanos.