Ciudad del Vaticano. (Notimex).- El Papa Francisco recibió hoy “en forma privada” en el Vaticano al presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, en una audiencia que no estaba contemplada en la agenda pontificia.
Por la tarde de este lunes el ministro del Poder Popular para la Comunicación e Información del gobierno venezolano, Ernesto Villegas, anticipó el encuentro a través de la red social Twitter y luego la sala de prensa de la Santa Sede emitió una nota confirmando la audiencia.
Debido al hermetismo con que se manejó la reunión la prensa no pudo cubrirla ni se conocieron detalles específicos como la duración de la misma. Aunque se supo que tuvo lugar en el despacho anexo del Aula Pablo VI, en la sala conocida como el “Fungo” (Hongo).
“El encuentro tuvo lugar en el cuadro de la preocupante situación de crisis política, social y económica que el país está atravesando y que repercute pesadamente en la vida cotidiana de la entera población”, indicó la declaración vaticana.
Aclaró que el Papa “tiene en el corazón el bien de todos los venezolanos” y recibiendo al presidente manifestó su deseo de seguir ofreciendo su contribución “a favor de la institucionalidad del país” y de cada paso que contribuya a resolver las cuestiones abiertas y crear mayor confianza entre las partes.
“Él ha invitado a emprender con valentía el camino del diálogo sincero y constructivo, para aliviar los sufrimientos de la gente, de los pobres en primer lugar, y promover un clima de renovada cohesión social que permita mirar con esperanza el futuro de la nación”, añadió.
Por su parte, la oficina de prensa del gobierno de Maduro informó que el presidente “recibió bendiciones para la Patria venezolana” y ambos “realizaron un intercambio de presentes”.
El Papa y Maduro sostuvieron una audiencia privada en el Palacio Apostólico del Vaticano en junio de 2013. En junio de 2015 el presidente venezolano canceló un encuentro ya previsto con el pontífice a causa de una “fuerte otitis”.
En los últimos meses se propuso la participación de un representante papal como posible mediador entre el gobierno y la oposición en ese país sudamericano, pero la Santa Sede puso como condición el inicio de un diálogo formal, además de recibir invitaciones explícitas de ambas partes.