BOGOTA.- (AP) Las regiones golpeadas por la violencia de la guerrilla saludaron el lunes 29 la entrada en vigencia del cese bilateral y definitivo del fuego entre el gobierno colombiano y las FARC.
A nosotros nos conviene mucho esa noticia, dijo a The Associated Press Humberto Sánchez, alcalde del municipio de San Vicente del Caguán, en el departamento de Caquetá y al sur de Bogotá.
San Vicente del Caguán fue entre 1999 y 2002 escenario de las fallidas negociaciones de paz entre el gobierno del entonces presidente Andrés Pastrana (1998-2002) y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
Ese proceso de paz, subrayó el alcalde, lo único que nos dejó fue problemas. Primero la estigmatización, porque todo el mundo pensaba que éramos guerrilleros y eso no era así… Después de la zona de distensión hubo desplazamientos y extorsiones.
Sánchez, del opositor Centro Democrático y secuestrado por la guerrilla en 2006, enfatizó que todos queremos la paz, pero no sólo basta firmarla sino construirla.
En tanto, Víctor Armero, presidente del concejo de la población de Argelia, en el departamento de Cauca y al suroeste de la capital colombiana, recordó que en 2012 se registraron 87 hostigamientos guerrilleros a su municipio.
Lo del cese lo recibimos como una gran noticia, pero tenemos que aceptar una realidad: hay un desconocimiento total de los acuerdos por parte de los ciudadanos, dijo Armero.
El cese bilateral e indefinido del fuego entró en vigor a las cero horas del lunes y puso fin a 52 años de guerra interna.
Anoche a las 12 sentí una gran emoción, sostuvo el lunes en rueda de prensa Humberto De la Calle, jefe del equipo negociador del gobierno en el proceso de paz con las FARC.
Por su parte, el Alto Comisionado para la Paz Sergio Jaramillo calificó el lunes de día extraordinariamente importante en nuestra historia.
Según Jaramillo se acabó la guerra en Colombia con las FARC. Son muchas las vidas humanas que se van a salvar.
El cese bilateral y definitivo del fuego fue anunciado después de que el miércoles las partes sellaran en La Habana un histórico acuerdo de paz tras cuatro años de intensas negociaciones. De la Calle viajará a La Habana el martes para intentar reunirse con el presidente cubano Raúl Castro y agradecerle la acogida en estos años.
El jueves Santos dio la orden de cesar las confrontaciones contra las FARC en su calidad de jefe de las fuerzas armadas y lo propio hizo la víspera desde Cuba el máximo jefe de esa guerrilla, Rodrigo Londoño o Timochenko.
La ONU y observadores internacionales estarán a cargo del monitoreo del fin de las hostilidades y el funcionamiento de las zonas a las que arribarán de manera transitoria los guerrilleros mientras se realiza el desarme. Las FARC no van a estar por ahí sueltas, van a estar perfectamente ubicadas, dijo el comandante de las fuerzas militares, general Juan Pablo Rodríguez.
Los colombianos decidirán en un plebiscito el 2 de octubre si apoyan o no el acuerdo alcanzado entre el gobierno y las FARC. Para ser refrendado, el acuerdo necesitará unos 4,5 millones de votos de los casi 35 millones de colombianos aptos para sufragar.
Entre el 20 y 30 de septiembre habrá una ceremonia en la que Santos y Timochenko estamparán su firma en el acuerdo final de paz.
El senador izquierdista Iván Cepeda, del Polo Democrático Alternativo, indicó a la AP que con la entrada en vigor del cese del fuego se acabó la confrontación armada de medio siglo entre el Estado y las FARC.
Por su parte, el congresista Roy Barreras del oficialista Partido de La U comentó a AP que es la primera vez en 52 años que amanecemos sin la amenaza guerrillera.
En cambio Alfredo Rangel, senador del opositor Centro Democrático, expresó a través de Twitter su desacuerdo con la medida: Cese al fuego sin concentración de FARC es darles permiso para que sigan narcotraficando, sin riesgo de ser perseguidos por fuerza pública.
El conflicto armado dejó 220.000 muertos en Colombia entre 1958 y 2012, según un informe del Centro Nacional de Memoria Histórica.
Las FARC tienen en sus filas a unos 7.000 combatientes, de acuerdo con datos oficiales.
En el país aún opera el Ejército de Liberación Nacional aunque el gobierno de Santos también busca negociar la paz con ese grupo rebelde.