Un inmigrante nicaragüense salió y regresó el mismo día a Estados Unidos, luego que fue deportado el pasado miércoles pero un juez ordenó frenar su repatriación para revisar el caso.
José Luis Barberena, de 40 años, se encuentra este jueves en Louisiana a la espera de ser trasladado a Miami, donde su esposa Regina Silva, de origen mexicano, pero nacida en Estados Unidos, se encuentra en huelga de hambre desde hace varios días para frenar la deportación junto a miembros de la Fraternidad Americana.
Barberena fue detenido el pasado 25 de enero por autoridades migratorias en una parada de tránsito, cuando viajaba como copiloto en un auto, al regresar de su trabajo en la construcción como todos los días. Las autroridades los detuvieron por no tener documentos de estancia legal en este país.
Tenía una orden de deportación desde 2008 por entrar indocumentado al país un año antes, explicó a Notimex Nora Sándigo, activista de la Fraternidad Americana, quien ha estado protestando junto a Silva en la cárcel migratoria de Krome, al suroeste de Miami, donde el inmigrante se encontraba detenido.
Un juez de migración firmó la víspera de último minuto una orden de frenar la deportación debido a que Barberena tiene una Petición de Familiar Extranjero I-130, además que la pareja tiene un hijo, de cinco años de edad, y no ha cometido delitos, según señaló Sándigo.
“Ha sido un milagro que lo estén regresando”, dijo Laura Garza, originaria del estado mexicano de Nuevo León, sobre su yerno José Luis, mintras cargaba a su nieto.
“Nos han notificado que pronto el será transportado a Miami, donde se seguirá un proceso para ponerlo en libertad. Su esposa, hijo, familia, amigos, y toda la gente que ha ayudado estamos felices de saber que ellos van a continuar unidos como familia, como debe ser”, señaló Sándigo.