Cecilia Gómez es una madre de familia que llegó a Estados Unidos con el mismo deseo de miles de inmigrantes, buscar su ‘sueño americano’. Hace 20 años Cecilia fue incluida en una solicitud de asilo político por parte de un miembro de su familia, sin embargo, el proceso legal tuvo algunas complicaciones debido a que contrataron los servicios de una notaria llamada María Romero, situación que para este 2018 provocaría un duro golpe en la vida de esta mujer mexicana y de sus hijos. Así lo informó la directora del centro de trabajadores ‘¡Arriba!’, Bliss Requa-Trautz, quien ha decidido intervenir en el caso.
“Romero se presentaba como agente de inmigración, después ella fue demandada por el gobierno de Estados Unidos por personificar a un agente del gobierno y fue detenida. Esta persona venía muy seguido de California a Las Vegas, me imagino que muchas personas tienen órdenes de deportación como Cecilia”, dijo Requa-Trautz.
De acuerdo con la directora del centro de trabajadores ‘¡Arriba!’, las personas que acudían a los servicios de Romero no se daban cuenta de que su proceso estaba siendo llevado incorrectamente, ya que la implicada tomaba el dinero, sometía una solicitud de asilo como auto-representación y dirigía la documentación a una dirección postal en Los Ángeles, California, lugar que actualmente es una tienda de donas.
Sin saber que su solicitud de hace 20 años había tenido irregularidades, el pasado 27 de marzo la señora Gómez se dirigió a la oficina de Servicios de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (USCIS por sus siglas en inglés), situada en 5650 W. Badura Avenue, Las Vegas, NV 89118, ya que debía presentarse a una cita de rutina. Según la información que creía tener Gómez, su residencia permanente estaría a solo un paso de ser adquirida.
Sin embargo, al momento de presentarse en dicha oficina, los agentes de inmigración le informaron a la mujer de 46 años de edad que esta no era una cita de rutina, más que tenía una orden de deportación emitida hace 20 años. Tras ser arrestada Gómez fue trasladada al centro de detención de Henderson, Nevada.
El viernes 30 de marzo, alrededor de las 3:00 de la mañana, las autoridades trasladaron a Cecilia a centros de detención en distintas ciudades como Denver, Colorado; El Paso, Texas; y finalmente Nogales, Arizona, la cual es ciudad fronteriza con Nogales, Sonora (México).
Tras conocer la desafortunada noticia, la familia de Cecilia buscó apoyo de la directora del centro de trabajadores ‘¡Arriba!’, quien se comunicó con las oficinas de algunos congresistas de Nevada y con asesores legales. Fue de este modo en que lograron pausar la deportación, no obstante, la señora Gómez continuaba detenida.
“Durante este tiempo estuvimos llamando a inmigración para que dejen a Cecilia en libertad, es una buena madre, es una mujer fuerte que tiene décadas en Las Vegas, participa en una iglesia, ha trabajado mucho tiempo, a veces tenía varios trabajos para mantener a sus tres hijos ya que era mamá soltera… Ella seguirá su proceso al pie de la letra porque lo que ella quiere es luchar hasta que se haga residente”, sentenció Requa-Trautz.
-Deportación en suspenso
Para detallar el caso, El Tiempo se trasladó a la Universidad de Nevada Las Vegas (UNLV) para reunirse con la abogada encargada de representar legalmente a la señora Gómez, Laura Barrera, quien tiene su oficina dentro de este campus.
Barrera confirmó que tras estudiar el caso encontró elementos para frenar momentáneamente la deportación de Cecilia, ya que presuntamente los agentes de inmigración utilizaron la fuerza física contra la inmigrante mexicana.
La abogada ha sometido una moción para reabrir el caso, ya que considera que Gómez sería inocente al nunca haber recibido la carta que indica una orden deportación debido a un “fraude notarial”, sin embargo aún no hay fecha definida para que un juez revise esta situación.
-Dolor familiar
Cecilia es madre soltera de tres varones, de 13, 18 y 21 años de edad respectivamente. Ricardo Avelar-Gómez, hijo de la implicada, narró que los hechos sucedieron mientras recibían la visita de sus tías, con quienes tenían planeado ir a celebrar la residencia permanente de su madre después de su cita con USCIS, ya que consideraba que ese sería el último paso para que finalmente Cecilia lograra un estatus migratorio legal en EE.UU.
Ricardo Avelar-Gómez, hijo de la implicada, narró que los hechos sucedieron mientras recibían la visita de sus tías, con quienes tenían planeado ir a celebrar la residencia permanente de su madre después de su cita con USCIS, ya que consideraba que ese sería el último paso para que finalmente Cecilia lograra un estatus migratorio legal en EE.UU.
“Ella (Cecilia) estba calmada, estaba siendo fuerte para nosotros, aunque está ahí en prisión. Lo que quiere es que continuemos con nuestros estudios, que estemos normal, que seamos fuertes para ella… Estaba sin dormir, sin poder pensar bien, al estar en la escuela solo podía pensar en lo que estaba sufriendo mi mamá”, confesó Avelar-Gómez.
Ricardo expresó que siempre tuvo cierto temor porque una situación como esta pudiera sucederle a su madre, sin embargo decidió apoyarla en su ilusión para legalizar su estatus legal. “Cuando eso pasó solo confirmé lo que estaba temiendo”, agregó el joven hispano.
-Sin respuesta de USCIS
Con el objetivo de conocer la postura de las autoridades correspondientes, El Tiempo solicitó algún comunicado y/o entrevista con algún representante de USCIS, no obstante, el guardia de seguridad de dicha oficina se limitó a decir que no habría declaraciones al respecto y posteriormente cerró la puerta del inmueble. Esto ocurrió el jueves 5 de abril tras una conferencia de prensa realizada por la familia de Cecilia Gómez al exterior de la oficina de USCIS en Las Vegas.
-Libertad supervisada (Actualización)
El viernes 6 de abril la señora Cecilia Gómez recibió la libertad supervisada, esto significa que tendrá que acudir a citas regulares ante la oficina de ICE en Las Vegas. Desde ese día la inmigrante mexicana se encuentra en casa y en la compañía de sus hijos.
Mediante un comunicado leído durante una conferencia de prensa realizada el lunes 9 de abril en el centro de trabajadores ‘¡Arriba!’, Gómez narró su versión de los hechos registrados la mañana del 27 de marzo, cuando se dirigió a la oficina de USCIS para cumplir con su proceso en el que ella creía era la búsqueda de su residencia permanente legal.
“Llegue a la oficina de inmigración llena de esperanza. Mi hijo mayor había volado desde Wesleyan, Connecticut, donde estudia la universidad, para acompañarme a la entrevista. Por más de veinte años había esperado por este día y la oportunidad para convertirme en residente permanente de este país”, dijo Gómez.
La madre expresó que las autoridades migratorias la arrestaron sin permitirle despedirse de sus hijos, también dijo haber sido víctima de abuso físico por parte de los oficiales de inmigración al negarse a firmar un documento sin leerlo.
Dicha versión fue negada por ICE mediante un comunicado enviado a The Associated Press, no obstante, la abogada de Gómez, Laura Barrera, buscará recolectar evidencia de lo presuntamente acontecido.
Este caso sigue abierto. Por motivo de ser un caso en proceso legal, la abogada no brindó más detalles al respecto.