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Incluso en medio de la pandemia, las vacunas para niños siguen siendo esenciales

Habría sido fácil para Amanda Hippert encontrar una razón para omitir su viaje al consultorio de su pediatra para la última ronda de vacunas de su hija Olivia.

La más grande: La pandemia de coronavirus y la comprensible reticencia de Hippert a exponer a su hija de dos años a cualquier virus que pueda estar acechando ahí fuera.

Pero Hippert decidió llevar a Olivia de todas formas. “Honestamente, la preocupación está ahí”, confesó. “Pero eso no va a impedir que reciba el cuidado adecuado que ella necesita para protegerse”.

Sin embargo, como los habitantes de Nevada pasaron varias semanas en casa, distanciándose socialmente y dejando sus vidas en suspenso, el número de vacunas de rutina que recibieron los niños de Nevada se redujo drásticamente. Según Nevada WebIZ, un sistema de información sobre inmunización a nivel estatal, el número de dosis de vacunas infantiles administradas este año en comparación con el año pasado disminuyó en un 34 por ciento la tercera semana de marzo y en un 45 por ciento la semana siguiente. El descenso continuó en abril, llegando al 48 por ciento en la segunda semana de ese mes.

El número de vacunaciones en Nevada ha comenzado a subir de nuevo gradualmente durante las últimas semanas, pero la tendencia plantea la posibilidad de un atraso en las vacunaciones antes de que comience la escuela en poco más de tres meses, o incluso (en el peor de los casos) la posibilidad de nuevos brotes de sarampión, tos ferina u otras enfermedades prevenibles por vacunación.

Tendencia nacional

Los números de Nevada reflejan una tendencia nacional. Según un artículo del 8 de mayo del Informe Semanal de Morbilidad y Mortalidad de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por su sigla en inglés), a mediados de marzo comenzó una “notable disminución” en la solicitud de vacunas infantiles.

Si bien actualmente no existe una vacuna para el nuevo coronavirus, “la pandemia de COVID-19 en curso es un recordatorio de la importancia de la vacunación”, escribieron los autores, y a medida que “disminuyan los requisitos de distanciamiento social, los niños que no estén protegidos por las vacunas serán más vulnerables a enfermedades como el sarampión”.

Una de las razones de la disminución de las vacunas en este caso puede ser la reducción de los servicios en los consultorios médicos, ya que los médicos modificaron sus prácticas (incluyendo limitar el cupo en sus salas de espera y la adición de más tiempo para desinfectar las instalaciones durante el día) para prevenir la transmisión del coronavirus entre los pacientes.

El doctor Fermín Leguen, jefe de salud en funciones del Distrito de Salud del Sur de Nevada, mencionó que incluso la clínica de inmunización del distrito redujo su carga de trabajo para evitar el hacinamiento. Sin embargo, agregó, la clínica permaneció abierta para ofrecer vacunas a los niños que estaban por recibir sus próximas vacunas.

Heidi Parker, directora ejecutiva de Immunize Nevada, apuntó que otra razón para la caída pudo haber sido “la incertidumbre sobre si las visitas eran esenciales o si sólo se debía ir al médico si se estaba enfermo”.

Además, algunos padres simplemente pudieron haber sido reacios a llevar a los niños al consultorio de su doctor. Para Hippert, el riesgo de sacar a Olivia en público fue superado por los riesgos de que se atrasara en sus vacunas.

Hippert está triste porque trabaja a tiempo completo mientras Olivia va a la guardería, “así que las dos siempre estamos expuestas por andar afuera, y si eso la va a proteger, lo voy a hacer”.

Prevención de brotes

La pediatra doctora Pamela Greenspon enunció que hubo casos de sarampión y tos ferina en Nevada el año pasado, “y ocasionalmente todavía vemos varicela o varicela”. Retrasar o posponer las vacunaciones programadas puede exponer a los niños a esas enfermedades, todas las cuales son prevenibles.

“No queremos otra crisis además de la epidemia de COVID-19”, destacó.

El doctor Thomas Hunt, presidente del Departamento de Medicina Familiar de la Facultad de Medicina de la Universidad Roseman, también señaló que las vacunas no pueden administrarse a través de la telesalud u otros cambios en la práctica médica provocados por el coronavirus que se han adoptado en las últimas semanas.

Así que, Hunt dijo, “sin duda los niños se han retrasado en las vacunas los últimos dos meses”.

Las vacunas se administran a varias edades a partir de la infancia del individuo. Entre las vacunas del programa de los CDC se encuentran las de la hepatitis A y B, la varicela, la tos ferina, la rubéola, la difteria, la poliomielitis, el sarampión, las paperas y el tétanos.

Todas ellas están destinadas a prevenir enfermedades que “solían tener niños en el hospital”, comentó Greenspon. “Por eso es tan crítico que los niños reciban las vacunas a tiempo, para que podamos protegerlos de algunas enfermedades muy graves”.

El hecho de no vacunarse también pone en peligro la salud de otros niños al reducir la inmunidad de rebaño, “cuando hay suficientes pacientes en la población que están protegidos contra una enfermedad de manera que las personas que no pueden obtener la protección (a través de las vacunas) estarán protegidas”, subrayó Greenspon.

Regreso a clases

Las escuelas, los centros preescolares y las guarderías también exigen que las vacunas de los estudiantes estén al día y con al menos algunos médicos del área esperando experimentar un atraso de citas reprogramadas en las próximas semanas, no es demasiado pronto para visitarlos ahora.

“Siempre animamos a los niños a vacunarse cuando es apropiado para su edad”, resaltó Greenspon. “No queremos apresurarnos a principios de agosto o la semana antes de que empiecen las clases”.

“Normalmente estamos muy ocupados de cuatro a seis semanas antes de que empiece la escuela, con gente que viene a ponerse al día”, afirma Hunt.

Al mismo tiempo, “una cosa que podemos estar viendo es gente que pierde sus trabajos y pierde su seguro, y puede que no piensen que pueden vacunarse”, aportó Greenspon.

Nevada Vaccines for Children (vfcnevada.org) ayuda a proveer vacunas sin costo alguno a los padres o tutores sin seguro que no pueden pagarlas. Y, agrega Parker, “muchos pediatras participan en este programa”.

Mientras tanto, los padres que se preocupan por llevar a sus hijos a un consultorio médico deberían hablar con sus médicos sobre las medidas que se han tomado para proteger a las familias, sugirió Greenspon.

“Los pediatras siempre han estado aquí para los niños y sus familias y vamos a seguir estando aquí para los niños durante la pandemia de COVID-19”, declaró Greenspon.

Un mensaje claro

“Ahora es un muy buen momento para ir a tu consulta porque hay citas disponibles”, recomendó Parker.

“Creo que está bastante claro que el COVID-19 va a estar con nosotros por un tiempo, así que queremos asegurarnos de estar al tanto de las enfermedades para las que tenemos vacunas”, añade Parker.

COVID-19, concluyó, “es un recordatorio para todos nosotros del desafío de luchar contra las enfermedades mortales para las que no se tiene una vacuna”.

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