PIJIJIAPAN, México.- La Guardia Nacional reconoció que abrió fuego contra una camioneta que transportaba a 14 migrantes, dos de ellos menores, cuando el vehículo evadió un retén e intentó embestirles en el sur de México. Un migrante resultó muerto y cuatro más heridos.
El suceso tuvo lugar en Pijijiapan, Chiapas, unos 40 kilómetros al norte de donde descansaba ese día la caravana de varios miles de migrantes. Esta partió el 23 de octubre de Tapachula, casi en la frontera con Chiapas, hacia el norte con la intención de llegar a la Ciudad de México y lograr regularizar su situación.
La Comisión Nacional de Derechos Humanos —la entidad oficial que vigila la actuación de los funcionarios públicos— informó que ya había abierto una investigación sobre lo ocurrido.
En un comunicado divulgado, la fiscalía del estado informó del inicio de las pesquisas por el “homicidio calificado” de un hombre cubano con lesiones de arma de fuego que fue localizado en la parte trasera de una camioneta tipo pick-up.
Según la explicación de la Guardia Nacional, tres vehículos evadieron un puesto de seguridad en la zona y los agentes salieron en su busca. En un camino de tierra, la Guardia se encontró de frente con una de las camionetas, que no atendió la orden de detenerse e “intentó embestir a los elementos”. Los agentes, al ver “en riesgo inminente su integridad, accionaron sus armas para detener el vehículo”, que se detuvo a 50 metros.
Aunque tanto el chofer como los pasajeros intentaron escapar, todos fueron detenidos. El conductor fue puesto a disposición de la fiscalía, agrega la Guardia en el texto. Los 4 heridos fueron trasladados a un hospital y los otros 9 migrantes fueron “rescatados” en coordinación con el Instituto Nacional de Migración.
La fiscalía indicó que, en la camioneta, además del cadáver, había un arma larga y un cargador. La Guardia Nacional no hizo mención alguna de ese detalle ni mencionó haber visto a nadie armado en la camioneta. Sólo agregó que su personal, armamento y equipo estaban a disposición de la fiscalía para la investigación.
Una autoridad federal que pidió guardar el anonimato por no estar autorizada a dar declaraciones indicó a la AP que los sobrevivientes estaban bajo custodia de la fiscalía al ser presuntas víctimas del delito de tráfico de migrantes. También dijo que no formaban parte de la caravana.
Agregó que, de los 14 integrantes del grupo, 11 eran de nacionalidad cubana, entre ellos el fallecido, las personas heridas y una menor nacida en Brasil de madre cubana. Los otros tres migrantes eran de Ghana: dos mujeres que viajaban con un niño.
Aunque todo apunta a que el grupo se movía al margen de la caravana, un grupo de cubanos que habló con AP indicó que estaban intentando confirmar si faltaba alguno de los 50 compañeros que aproximadamente tenían contabilizados y se movían con ellos.