Recientemente, Google colaboró con la detención y arresto de un pederasta, quien ya había sido condenado en 1994 por abusar de un menor de edad. Aparentemente, la compañía envió una alerta al Centro Nacional de Niños Perdidos y Explotados (NCMEC, por sus siglas en inglés), después de encontrar fotografías pornográficas de menores de edad enviadas desde la cuenta de correo electrónico de esta persona.
Según David Nettles, un detective perteneciente al grupo especial de operaciones contra crímenes infantiles de la policía de Houston, Texas, su departamento no puede acceder a la información dentro de las cuentas de correo electrónico de las personas, pero Google sí puede.
El oficial aseguró que nunca tuvieron acceso directo a la imagen, pero que utilizaron la información brindada por Google para efectuar el arresto. Posteriormente, la policía revisó otros dispositivos pertenecientes al acusado, en los que descubrieron “imágenes sospechosas y mensajes de texto.”
Cabe señalar que este caso ha provocado reacciones encontradas; por un lado, están las personas que se sienten aliviadas porque la compañía intervino en la detención de un pederasta, pero por el otro, un número importante de usuarios de Google expresó su desconfianza ante las prácticas de protección a la privacidad ejercidas por esta compañía.