Los trágicos terremotos de septiembre y los enormes daños causados no perjudicarán la economía de México, aunque sí modificará el presupuesto, que pese a cambios buscará mantener la consolidación fiscal, aseguró el ministro de Hacienda, José Antonio Meade.
“No pensamos que vaya a modificar el monto de proyecciones macroeconómicas el siniestro”, afirmó el ministro en una rueda de prensa celebrada en Palacio Nacional, sede del Ejecutivo.
“No tendrá impacto material, si acaso marginal, en el crecimiento del 2017-2018. Sí pensamos que implicará un esfuerzo presupuestal desde 2017 y 2018, y estamos en el trabajo para cuantificarlo”, apuntó.
Según el más reciente pronóstico oficial, México crecerá entre 2 % y 2,6 % en 2017 y de 2 % a 3 % en 2018, pese a la incertidumbre generada a inicios de año por la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca, a la que se suman los tres sismos de septiembre, con una cifra preliminar de 457 muertos y miles de infraestructuras dañadas.
El presidente de México, Enrique Peña Nieto, indicó ese miércoles que el costo de la reparación superaría los 38.000 millones de pesos (unos 2.090 millones de dólares), una estimación inicial que hoy Meade reconoció que podría subir, pues todavía era pronto para la evaluación completa de daños.
“Las estimaciones son todavía muy gruesas. Pensamos que en unos 15 días, en cuanto al sector asegurador se refiere, tengamos más información que permita identificar de mejor manera el impacto patrimonial”, señaló.
El Gobierno ya aprobó la liberación de unos 4.500 millones de pesos (unos 248 millones de dólares) para la primera etapa de la reconstrucción de las zonas devastadas por los terremotos que sacudieron el centro y sur del país.
Estos provienen del Fondo de Desastres Naturales (Fonden), que además ya destinó 2.000 millones de pesos (unos 110 millones de dólares) en la fase de emergencia.
Pese a que el presupuesto federal ha sufrido severos recortes en los últimos años, fruto de un plan de austeridad que busca reducir la deuda neta del Gobierno equivalente al 35,6 % del PIB en 2016, Meade se mostró positivo.
“Desde el punto de vista presupuestal hoy se tienen autorizados y fondeados aproximadamente 6.500 millones de pesos (358 millones de dólares). Y hay recursos presupuestales adicionales y ya calendarizados que habrá que seguir autorizando el desembolso a medida” que avancen solicitudes, aseguró.
Si bien ello provocará cambios en el paquete económico de 2018, que se está debatiendo en la Cámara de Diputados, no afectará el proceso de consolidación fiscal, un objetivo muy claro en finanzas públicas.
“Pensamos que no va a haber afectación en las metas ni en la trayectoria de consolidación fiscal, y sentimos que ello abona en términos de dar un marco de estabilidad para la reconstrucción”, consideró.
En este contexto, el ministro habló del fideicomiso Fuerza México, creado por la iniciativa privada para recaudar y gestionar fondos, y explicó que hay voluntad para establecer una mesa de coordinación público-privado y así evitar la duplicidad de acciones.
En los estados Chiapas y Oaxaca, los más afectados por el sismo de magnitud 8,2 del 7 de septiembre, explicó que la activación del bono catastrófico, por medio del Banco Mundial, está previsto para el 12 de octubre.
A sabiendas de las desconfianza del pueblo mexicano hacia las autoridades, también reiteró que la transparencia en el manejo de fondos para los damnificados será total, y por ello hoy mismo se abrirá una página en internet donde seguir el destinos de los recursos “peso a peso”.
Cuestionado por la prensa, tachó de “miserable” que se pueda dar un “matiz electoral al despliegue humanitario” cosechado estos días en México, y proveniente en buena parte de la ciudadanía.
Los tres terremotos registrados los días 7, 19 y 23 de septiembre en México han ocasionado 457 muertos, lo que constituye la mayor cifra de fallecidos desde el trágico sismo de 1985 en Ciudad de México, que se calcula causó alrededor de 20.000 víctimas fatales.
Sin embargo, la cifra es aún preliminar debido a que todavía siguen las labores de recuperación de cadáveres en las ruinas del edificio ubicado en la calle Álvaro Obregón 286 de la capital mexicana, entre ellos el del español Jorge Gómez Varo.