El gobernador de Texas, Rick Perry, anunció el despliegue de hasta mil soldados de la Guardia Nacional para reforzar la seguridad fronteriza en respuesta a la ola migratoria que se registra y la ausencia de recursos federales para contenerla.
En rueda de prensa en el capitolio estatal en Austin, Perry informó que la movilización de los soldados, provenientes tanto de la Guardia Nacional de Texas como de la Guardia Estatal, se realizará a lo largo de los próximos 30 días para llevar a cabo la operación “Seguridad Fuerte”.
El gobernador dijo que en los últimos meses las medidas de seguridad en la frontera se han visto rebasadas por el arribo de decenas de miles de menores migrantes no acompañados que están cruzando a Estados Unidos.
Sostuvo que los carteles y bandas criminales están explotando esta situación para la trata de personas y cruce de drogas.
“No me voy a quedar de brazos cruzados mientras nuestros ciudadanos están bajo asalto”, dijo el gobernador. “El precio de la inacción es demasiado alto para que lo paguen los texanos”, agregó.
Perry precisó que las tropas de la Guardia Nacional trabajarán junto a los agentes estatales del Departamento de Seguridad Publica de Texas para garantizar la seguridad de todos los residentes de la entidad.
Los soldados ayudarán también a combatir a los cárteles de la droga y disuadir la entrada de otros delincuentes extranjeros.
El gobernador, quien podría postularse como candidato a la Presidencia de Estados Unidos en 2016, había solicitado al mandatario Barack Obama el reforzamiento de la seguridad en la frontera sur mediante el envío de soldados de la Guardia Nacional.
Empero Perry decidió no esperar al gobierno federal y ejercer su autoridad ejecutiva para enviar tropas a vigilar la frontera utilizando recursos de la propia entidad, en un esfuerzo que podría costar a los contribuyentes hasta 12 millones de dólares al mes.
La acción de Perry fue criticada de inmediato por legisladores demócratas.
El representante federal demócrata Joaquín Castro dijo que el gobernador Perry estaba decretando “la militarización de nuestra frontera” con su decisión de desplegar tropas de la Guardia Nacional en la zona. “Los niños que huyen de la violencia en América Central están buscando a los agentes de la Patrulla Fronteriza. Ellos no están tratando de evadirlos. ¿Por qué enviar soldados para hacer frente a estos niños?”, indicó.
“La militarización de nuestra frontera es la respuesta equivocada a la llegada de estos niños”, continuó Castro. “Mantengo la esperanza de que nuestro estado pueda proporcionar una respuesta más útil que enviar soldados armados para dar la bienvenida a los niños que buscan refugio de la violencia”, externó.
Perry es el segundo gobernador de una entidad fronteriza que ejerce su autoridad ejecutiva para desplegar a la Guardia Nacional a vigilar la línea divisoria en el sur.