CARSON CITY — Más rutinas diarias de Nevada volverán el viernes, con límites, ya que el gobernador Steve Sisolak anunció el martes por la noche una mayor flexibilización de las restricciones de COVID-19, incluyendo reuniones en iglesias y la reapertura de más negocios, como bares y centros de salud.
El gobernador, que canceló su sesión informativa en vivo el martes debido a una posible exposición al coronavirus, dio la noticia en un comunicado de prensa y una breve conferencia telefónica con los periodistas. Nevada entrará en la Fase Dos de su plan para reabrir la economía y otras partes de la vida diaria cerradas por la pandemia.
Entrar en la Fase Dos significa que una gama significativamente más amplia de negocios que han sido cerrados desde que el gobernador mandó la orden a los no esenciales a mediados de marzo podrán abrir sus puertas a los clientes, incluyendo bares que no sirven comida, spas y centros de masaje, salones de tatuajes, gimnasios y otras instalaciones deportivas, áreas recreativas, piscinas y cines.
Sisolak anunció la semana pasada que los casinos y otras operaciones de juego (la sangre vital de la economía del estado) con un alto nivel de turismo, estaban en camino de reabrir a partir del 4 de junio si las tendencias se mantenían estables. El martes, Sisolak comentó que seguían en marcha y le avisó al presidente de la Junta de Control de Juegos del Estado que se siente “confiado en la fecha límite del 4 de junio”.
“Ciertamente recibiremos visitantes de vuelta a Nevada el 4 de junio”, aseveró. “Hemos tomado todas las precauciones posibles, no creo que vayan a encontrar un lugar más seguro que Las Vegas el 4 de junio con los protocolos y las pruebas que hemos puesto en marcha”.
Sisolak también está modificando su prohibición de reuniones, cambiando las restricciones de prohibir grupos de 10 o más a prohibir grupos de 50 o más. Con esto, el gobernador también anunció que los lugares de culto podrán celebrar servicios en persona siempre que mantengan la asistencia a menos de 50 personas y se adhieran a las directrices de distanciamiento social, incluyendo el mantener a las personas a seis pies de distancia.
“Confío en que los líderes religiosos seguirán la guía y las restricciones necesarias para proteger la salud y el bienestar de sus comunidades”, mencionó el gobernador en su discurso.
La fase más reciente de la flexibilización de las restricciones se produce unas tres semanas después de que Sisolak permitiera que las tiendas minoristas y los restaurantes reabrieran al 50 por ciento de su capacidad.
El gobernador señaló las tendencias positivas en general: La tasa de personas que dan positivo ha disminuido durante 31 días y ahora está al 6.5 por ciento. Las hospitalizaciones han disminuido durante 35 días. Las pruebas y la capacidad de los laboratorios continúan expandiéndose y han superado la meta de cuatro mil pruebas por día. El lunes se reportaron nueve mil 325 resultados de pruebas, mencionó Sisolak. Los esfuerzos de rastreo de contactos también se están expandiendo.
Pese a los retrocesos adicionales, el gobernador volvió a instar a la gente a usar cubiertas faciales en público y “mantener al menos seis pies de distancia social cuando se está en público y alrededor de personas de otros hogares”.
Hablando con los periodistas el martes por la noche, el gobernador mencionó que el plazo para la Fase Dos sería similar al de la fase inicial, con una duración de dos a tres semanas.
“Podría ser un poco más lento que eso. Podríamos tener que retroceder si los datos no continúan llegando de la manera que nos gusta o los números no se ven bien”, recalcó. “Se necesitan 14 días para tener una idea de cómo están progresando estas cosas”.
El personal del gobernador agregó que las directivas oficiales y la orientación para las industrias se publicarán el miércoles.
Sisolak inicialmente había programado una conferencia de prensa a las 5:30 p.m. para hacer el anuncio, pero la canceló poco antes de esa hora de inicio después de que se le informó que podría haber estado expuesto al virus durante una visita que hizo a un lugar de trabajo la semana pasada “donde un empleado (que no estaba en el edificio en ese momento) ha reportado desde entonces pruebas positivas para COVID-19”.
“Quiero ser claro: me siento bien y no estoy experimentando ningún síntoma de COVID-19”, subrayó el gobernador en su declaración. “Espero que los habitantes de Nevada puedan usar esto como una lección de aprendizaje, si han estado expuestos, o si conocen a alguien que haya estado expuesto, vayan a hacerse un examen, incluso si son asintomáticos. Es así de fácil”.
Más tarde se negó, cuando los periodistas le pidieron más detalles sobre las circunstancias de su posible exposición.