Ivonne Jiménez Flores, psicóloga del Instituto Nacional de las Personas Adultas Mayores (Inapam), destacó que para enfrentar un duelo es necesario compartir los sentimientos con otras personas, realizar alguna actividad placentera y encontrar un espacio propio.
La tanatología habla más de la vida, que de la muerte, de procesos de aceptación de la persona, que deberá pasar por esta etapa, de promover para sí misma estados de bienestar, explicó la especialista.
Al dar una plática del Taller de Tanatología, Duelo y Sentido de Vida, la especialista del Departamento de Enseñanza, Investigación e Información del Instituto Nacional de las Personas Adultas Mayores (Inapam), subrayó la importancia de expresar los sentimientos, así como las consecuencias que conlleva reprimirlos.
Es necesario comprender y atender las dimensiones que conforman a la persona, en sus aspectos espiritual, psicosocial y biológico, como una forma de promover estados de bienestar y autoaceptación, abundó.
Cuando se aceptan como propios, explicó, los sentimientos se usan de manera constructiva, se experimentan y se vivencian, pero al reprimirlos se manifiestan en trastornos psicosomáticos, mediante actitudes o conductas autodestructivas.
Por ello, insistió en la importancia de elaborar duelos para el crecimiento y desarrollo personal, así como de reflexionar e identificar algunos factores que ayudan a tener un duelo sano.
Precisó que la persona que tiene una pérdida debe compartir sus sentimientos con otros, realizar alguna actividad placentera, encontrar un espacio propio, cuidar la salud, relajarse y desarrollar la espiritualidad.
La Dirección de Atención Geriátrica, del Inapam, por medio del Departamento de Enseñanza, Investigación e Información, imparte diversos talleres en la Ciudad de México y en los estados, en apoyo al personal de casas hogar, albergues, residencias de día o cualquier otro centro en favor de la población adulta mayor, puntualizó en un comunicado.