CIUDAD DE MÉXICO (AP) — El próximo embajador de México en Estados Unidos, Gerónimo Gutiérrez Fernández, aseguró el jueves que las relaciones del gobierno mexicano con la nueva administración de Donald Trump pasan por un “punto crítico” que puede tener distintas consecuencias.
“Hay, a mi juicio, la oportunidad de un descarrilamiento mayúsculo”, dijo Gutiérrez, pero también “está al alcance la oportunidad de construir una relación mucho más madura”, añadió.
Gutiérrez, que ya ha sido designado por el gobierno mexicano como embajador en Washington, está pendiente de que su nombramiento sea ratificado e hizo estos comentarios a una semana de que los secretarios de Estado y Seguridad Nacional de Estados Unidos, Rex Tillerson y John Kelly, viajen a México.
A su juicio, México debe lograr unas buenas relaciones con Washington pero “eso no debe ser nunca, ni a cualquier costo ni bajo cualesquiera condiciones y nunca, por supuesto, en detrimento al interés nacional”.
Gutiérrez hizo estos comentarios durante una reunión con senadores del opositor Partido de la Revolución Democrática. Un audio con sus declaraciones fue proporcionado a The Associated Press por un funcionario de la Cámara que pidió el anonimato por no estar autorizado a divulgar tales grabaciones.
Las relaciones entre México y Estados Unidos pasan por un momento tenso desde la llegada de Trump a la Casa Blanca, principalmente porque el republicano quiere renegociar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte y construir un muro fronterizo pagado por los propios mexicanos. De hecho, el cruce declaraciones por este último tema llevó al presidente Enrique Peña Nieto a cancelar una visita a Washington que se había programado para finales de enero.
Además, el gobierno mexicano está muy preocupado por las amenazas de Trump de llevar a cabo deportaciones masivas y por los comentarios en contra de los migrantes que entran en Estados Unidos de manera ilegal.
Según el próximo embajador, los asuntos bilaterales pasan por una “situación atípica y extraordinaria”, pero se mostró convencido de que “sin duda está en el interés de ambos países a construir una relación que sea de mutuo provecho, que sea estable, que sea duradera”
Lo que habrá que ver, añadió, es cómo lograr ese objetivo, porque habrá muchas preguntas sobre cuál es “la mejor manera de lograr eso, en particular en las condiciones actuales”.
Gutiérrez, hasta ahora jefe del Banco Norteamericano de Desarrollo, fue designado por el gobierno de Peña Nieto el pasado 13 de enero. Si su nombramiento es ratificado, será el cuarto embajador en Washington designado por el mandatario mexicano en los cuatro años que lleva en el poder.
Sus intenciones en cuanto asuma el puesto son desarrollar cinco puntos concretos: que la embajada en Washington tenga un papel importante en la renegociación de la agenda bilateral; trabajar de cerca con el Congreso estadounidense y los gobiernos locales; dar protección consular a los mexicanos que están en Estados Unidos; hacer un esfuerzo “sin precedentes” de diplomacia pública y poner atención a la gestión de la región fronteriza.
“Sería iluso pensar o presentar un programa tradicional de un embajador”, dijo, porque en caso de ser ratificado no llega “en condiciones normales” si no en “condiciones extraordinarias”.