WASHINGTON — Cientos de hospitales más de Estados Unidos están listos para comenzar a vacunar a sus trabajadores el martes, ya que los reguladores federales emitieron una revisión positiva de una segunda vacuna contra COVID-19 necesaria para impulsar la mayor campaña de vacunación del país.
La Food and Drug Administration (FDA) emitió en documentos publicados en línea que su revisión inicial confirmó la eficacia y seguridad de la vacuna desarrollada por Moderna y los National Institutes of Health (NIH), llevando la inyección a la cúspide de la autorización en el país.
Un panel de expertos externos ofrecerá su recomendación el jueves, y se espera una decisión final de la FDA poco después.
La noticia positiva llega cuando los hospitales de Estados Unidos empiezan a aumentar las vacunaciones con la vacuna desarrollada por Pfizer y BioNTech, que la FDA autorizó la semana pasada.
Empacadas en hielo seco para permanecer a temperaturas ultra-congeladas, los envíos de la vacuna contra COVID-19 de Pfizer están programados para llegar a 400 hospitales adicionales y otros sitios de distribución, un día después de que el número de muertes de la nación superara la asombrosa cifra de 300 mil. Las primeras tres millones de vacunas están siendo estrictamente racionadas a los trabajadores de la salud de primera fila y a los pacientes de la tercera edad, con cientos de millones de vacunas más que se necesitarán en los próximos meses para proteger a la mayoría de los estadounidenses.
210 mil nuevos casos diarios
Una segunda vacuna no puede llegar lo suficientemente pronto, ya que el número de muertes diarias del país sigue superando las dos mil 400 entre más de 210 mil nuevos casos diarios, según los promedios semanales de los datos recopilados por la Universidad Johns Hopkins. Se espera que el número de víctimas sólo aumente en las próximas semanas, impulsado por los viajes de vacaciones, las reuniones familiares y la laxitud en el cumplimiento de las medidas básicas de salud pública.
Las primeras entregas de vacunas han servido de estímulo para los agotados médicos, enfermeras y personal hospitalario de todo el país.
Johnnie Peoples, un enfermero de 43 años de edad, estaba emocionado y un poco nervioso el lunes por la tarde cuando se desabrochó su traje de vuelo y extendió su brazo izquierdo para convertirse en la primera persona en recibir la vacuna en University of Michigan Medical Center en Ann Arbor.
“Ser parte de esto es una buena sensación”, expresó.
Desde marzo, ha transportado en avión a pacientes críticamente enfermos de COVID-19 desde hospitales más pequeños de todo el estado hasta el centro médico universitario. Es un trabajo cercano y personal que requiere que ajuste la configuración del ventilador y administre infusiones para evitar que la presión sanguínea caiga en picada.
En Florida, los funcionarios del gobierno esperan tener 100 mil dosis de la vacuna para el martes en cinco hospitales de todo el estado.
“Estas son 20 mil dosis de esperanza”, indicó John Couris, presidente y director ejecutivo del Tampa General Hospital, después de la entrega de tres mil 900 viales de vacunas el lunes. Cada vial tiene cinco dosis.
Debido a que la vacuna requiere dos rondas, las personas que reciben las inyecciones ahora necesitarán una segunda inyección en unas tres semanas.
También se esperaba que las vacunaciones comenzaran el martes en Nueva Jersey, que está dividiendo unas 76 mil dosis entre los trabajadores de la salud y los residentes de asilos de ancianos. El gobierno federal está coordinando la operación de entrega masiva por compañías privadas de envío y distribución basadas en lugares elegidos por los gobernadores de los estados.
Revisión de Moderna/NIH
El mes pasado, Moderna y los NIH informaron que su inyección parecía tener una eficacia de casi el 95 por ciento en varias edades y grupos raciales, según los resultados de un estudio en curso de 30 mil personas. Los principales efectos secundarios fueron fatiga, dolores musculares y dolor en el lugar de la inyección después de la segunda dosis. Esas reacciones parecidas a la gripe son comunes a muchas vacunas y son una señal de que la vacuna está revitalizando el sistema inmunológico para ayudar a combatir el virus.
Moderna no informó de ningún problema de seguridad importante en su estudio. Pero el panel de la FDA seguramente examinará los datos para detectar cualquier indicación de posibles reacciones alérgicas graves u otros efectos secundarios raros. Las autoridades del Reino Unido están investigando varias reacciones adversas con la vacuna de Pfizer y la FDA está monitoreando de cerca el lanzamiento de la vacuna para obtener informes similares.
Tanto la vacuna de Moderna como la de Pfizer-BioNTech son las llamadas vacunas de ARNm, una nueva tecnología. No están hechas con el coronavirus en sí, lo que significa que no hay posibilidad de que alguien pueda contagiarse con las inyecciones. En su lugar, la vacuna contiene una pieza de código genético que entrena al sistema inmunológico para reconocer la proteína punzante en la superficie del virus.