Los presidentes de Estados Unidos, Barack Obama, y de Cuba, Raúl Castro, anunciaron este miércoles el restablecimiento de las relaciones entre ambos países con la apertura de embajadas, en el mismo día en que La Habana dejó en libertad al contratista estadounidense Alan Gross, detenido desde 2009, como parte de un intercambio de prisioneros
La medida forma parte de una serie de cambios en las relaciones entre ambos países sobre las que ambos hablaron públicamente en discursos televisados. La Casa Blanca difundió un comunicado en el que detalló los puntos de la nueva realidad.
Obama manifestó que “estos 50 años (de embargo) han demostrado que el aislamiento no funciona” y dijo que se van a “empezar a normalizar las relaciones”, con un llamado al Congreso de Estados Unidos para que empiece a trabajar en el levantamiento del embargo.
Por su parte, Castro dijo en su discurso que esta “decisión del presidente Obama merece el respeto y reconocimiento de nuestro pueblo” y agradeció las gestiones de Canadá y, sobre todo, del papa Francisco para lograr un acuerdo.
“Quiero reconocer el apoyo del Vaticano y en especial al Papa Francisco al mejoramiento de relaciones entre Cuba y Estados Unidos”, señaló, un agradecimiento que también hizo Obama.
Agregó que los tres presos cubanos liberados por Estados Unidos ya están en Cuba. Ramon Labañino, Antonio Guerrero y Gerardo Hernández fueron trasladados a territorio cubano por agentes de Estados Unidos, informó un portavoz del Departamento de Justicia.
No obstante, insistió en que todavía sigue pendiente un tema importante como es el embargo de Estados Unidos a Cuba, por lo que exhortó al gobierno de Obama a “remover los obstáculos que impiden o restringen los vínculos” mutuos.
Obama y Castro mantuvieron una reunión telefónica el martes para revisar los últimos detalles del anuncio que se realizará al mediodía (hora del este).
La llamada duró entre 45 minutos y una hora y fue la primera comunicación an nivel presidencial con Cuba desde la Revolución Cubana.
Las conversaciones entre funcionarios estadounidenses y Cuba comenzaron en junio de 2013 y continuaron hasta noviembre de este año, facilitadas por los canadienses.
Las autoridades también enfatizaron la importancia del Vaticano para conseguir el acuerdo. El papa Francisco, primer Pontífice latinoamericano, alentó a Obama en una carta, y durante su reunión de este año, a renovar las conversaciones con Cuba en busca de una relación más cercana.
También reaccionó a la noticia el senador republicano de Florida, Marco Rubio, para quien el cambio de política anunciado este miércoles “se basa en una ilusión, en una mentira, la mentira y la ilusión de que más comercio y acceso a dinero y bienes se traducirá en libertad política para el pueblo de Cuba”.
Agregó que “este presidente ha demostrado hoy que su política exterior es algo más que ingenua. Es ignorante de la forma en que el mundo funciona”.