Johnny Brooks, la única víctima sobreviviente de un doble homicidio, está encerrado en una cárcel de Las Vegas porque no se presentó a testificar en un juicio de pena de muerte por el hombre acusado de dispararle.
El acusado, Durwin Allen, de 34 años, salió del Centro de Detención del Condado Clark el lunes, menos de dos semanas después de que se aplazara el juicio, con un cargo de asesinato capital aún pendiente.
Se espera que ambos hombres se enfrenten al mismo juez esta semana, la víctima, con vestimenta y grilletes de cárcel, y el acusado, con ropa de calle y un monitor en el tobillo.
Los fiscales quieren mantener a Brooks de 29 años tras las rejas hasta que testifique bajo juramento.
Fue arrestado la semana pasada en Texas con lo que se conoce como una orden de testigo material y regresó rápidamente a Nevada. El martes, el Juez de Distrito Michael Villani, quien ordenó que el acusado fuera puesto bajo arresto domiciliario, debe decidir si Brooks debe permanecer en custodia.
El juez también tiene previsto escuchar el miércoles los argumentos sobre si los fiscales pueden dar el inusual paso de obtener el testimonio de Brooks a través de una declaración o deben esperar hasta el juicio, una fecha la cual no se ha fijado.
Robert Draskovich y Michael Horvath, abogados de Brooks, le comentaron al Review-Journal que: “Estamos profundamente preocupados por su estado de custodia. Los hechos que rodean su incomparecencia son cuestionables, y la autoridad legal para autorizar su detención es, en el mejor de los casos, dudosa. Buscaremos su liberación inmediata”.
A los fiscales les preocupa que Brooks “no pueda asistir al juicio, que su testimonio sea material y que sea necesario tomarle declaración para evitar una falta de justicia”, afirman los escritos judiciales presentados la semana pasada.
Aunque los fiscales han dicho que Brooks cooperó durante aproximadamente tres años mientras Allen permanecía entre rejas, el testigo no se presentó en el tribunal, ya que los abogados se disponían a elegir un jurado en el juicio de Allen a finales del mes pasado. Cuando los fiscales pidieron continuar con el juicio de Allen, el juez le ordenó arresto domiciliario.
Fue entonces cuando los fiscales enviaron a los investigadores a la caza de Brooks, a quien encontraron en Texas, según indican los documentos del tribunal. Cuando la policía se le acercó, intentó huir.
Allen y Terrell Stewart, de 34 años, quienes también está a la espera de ser juzgados, fueron acusados de asesinato en los homicidios de Myron Manghum, de 33 años, y Alyssa Velasco, de 27, que fueron encontrados muertos en un apartamento al norte del centro de la ciudad. Manghum murió de una herida de bala en la cabeza, reveló la policía en ese momento. Velasco murió de heridas de bala en la cabeza y el cuello.
Antes de dispararle a Velasco, según los fiscales, Allen volteó hacia Brooks y le disparó, impactándolo en las manos.
“En un momento dado, Johnny Brooks se hizo el muerto cuando tanto Durwin Allen como Terrell Stewart se acercaron a él”, afirman los informes del tribunal. “Mientras Durwin Allen apuntaba la pistola a la cabeza de Johnny Brooks, Alyssa Velasco, quien estaba en el dormitorio trasero, salió de ahí y empezó a gritar”.
Mientras los asesinos corrían hacia Velasco, los fiscales escribieron, Brooks “tanteó para abrir la puerta principal” y “corrió por la calle, golpeando puertas y ventanas en busca de ayuda”.
Brooks se presentó a una audiencia preliminar en mayo de 2017, en la cual pudo haber preservado su testimonio para el registro, pero Allen y sus abogados renunciaron a la audiencia.
Los fiscales dijeron que antes de que Brooks fuera arrestado la semana pasada, tuvieron contacto con él por última vez en diciembre.
“Las declaraciones de Johnny Brooks a los detectives fueron corroboradas por pruebas físicas y por videos de vigilancia”, escribieron los fiscales. “Él es el único testigo de muchos de los hechos, y sin duda el testigo más importante. Ciertamente sería un error judicial que el acusado evitara ser procesado en este caso”.
Antes de conceder la liberación de Allen, Villani expresó su preocupación por la seguridad del acusado en las calles.
Se espera que los fiscales pidan al juez que ordene a Allen volver a la custodia en la audiencia del miércoles.