Para los empresarios, sitios como Tamaulipas, Estado de México, Michoacán, Ciudad de México, Nuevo León, Guerrero, Jalisco, Veracruz, Sinaloa y Coahuila son considerados los peores lugares para hacer negocios.
Secuestros, extorsiones, corrupción y hasta ataques son la constante en estos estados, con mayor medida Tamaulipas y el céntrico Estado de México, de acuerdo con un informe de la American Chamber (AmCham).
A pesar que el secuestro es una de las principales amenazas con un 46%, la corrupción ejercida por funcionarios públicos tienen un impacto del 50%, entre 2015 y 2016, refiere el estudio de la AmCham, que realizó a partir de una encuesta a 340 directores generales de empresas.
Es decir, que cinco de cada 10 empresarios encuestados por la AmCham señalaron a la corrupción como la principal amenaza para sus actividades.
El Instituto Mexicano para la Competitividad A.C. (IMCO) ha denunciado que la corrupción le cuesta a cada empresa al menos 5% de sus ganancias anuales, eso sin contar los recortes y la falta de crecimiento.
La corrupción es un lastre por los enormes costos económicos, políticos y sociales que ocasiona en los países que la padecen con mayor agudeza. Identificar y cuantificar dichos costos es indispensable para conocer la dimensión del problema y diseñar políticas públicas adecuadas para su prevención y erradicación refiere el Imco en un documento llamado la Anatomía de la corrupción.
El 68% de las empresas (la mayoría de origen extranjero) aseguró no haber desinvertido en México por razones de seguridad. Únicamente seis empresas que operaban en Nuevo León, Estado de México, Tamaulipas, Jalisco y Campeche trasladaron sus operaciones a Estados Unidos y Canadá, dice el documento.
Las seis empresas que se mudaron estaban dedicadas a la minería, industria farmacéutica, alimentos y bebidas, fabricación de componentes para la industria ferroviaria y tecnología.
A esto se suman 13 firmas que tienen pensado dejar de operar en algunas entidades como Tamaulipas, Estado de México, Veracruz, Guerrero, Coahuila, Sinaloa, entre otros, debido a los desafíos en materia de seguridad de las zonas.
El 69% de las compañías encuestadas dijo no tener contemplado trasladar sus operaciones fuera de México o a una entidad distinta a la que actualmente operan en el territorio mexicano. Únicamente dos empresas, actualmente ubicadas en el Estado de México y Jalisco, estiman reubicarse en los Estados Unidos. Además, tres empresas que hoy operan en la Ciudad de México y el Estado de México planean trasladarse a Puebla, dice el estudio.
Datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), así como del Sistema Nacional de Seguridad detallan que estados como Guerrero, Sinaloa, Chihuahua, por mencionar algunas, son las entidades mexicanas con mayor tasa de homicidios. Justo esos estados son donde grupos del crimen organizado operan.
Ante la violencia, las empresas han tenido que destinar más recurso a seguridad privada, lo cual supone mayores gastos.
La industria continúa invirtiendo en seguridad. Además de la inversión inicial en conceptos como infraestructura, equipamiento, sistemas y capacitación, una tercera parte de las empresas invierte entre el 2 y 10% de su presupuesto anual en mantenimiento y operación de este rubro, dependiendo del sector y el tamaño de la empresa. Únicamente un 6% invierte por arriba del 10% de su presupuesto, detalla la American Chamber.
A pesar que hay estados donde la violencia todavía no es un problema mayúsculo, los integrantes de la AmCham estimaron que durante el segundo semestre de 2016, los municipios más desafiantes serán Reynosa, Matamoros, Río Bravo y Altamira en Tamaulipas; Ecatepec y Naucalpan en el Estado de México; Iztapalapa en Ciudad de México; Monterrey en Nuevo León; Lázaro Cárdenas y Morelia en Michoacán; Guadalajara en Jalisco; Acapulco y Arcelia en Guerrero; Oaxaca y Nochixtlán en Oaxaca; el Puerto de Veracruz en Veracruz; y Villahermosa en Tabasco.