WASHINGTON — Después de días de retrasos partidarios, el Senado votó unánimemente el miércoles para aprobar un paquete de rescate financiero de dos billones de dólares para salvar las empresas y los puestos de trabajo en riesgo debido al brote de coronavirus.
Hospitales, estados y gobiernos locales y tribales también obtendrán ayuda financiera en el proyecto de ley elaborado tras días de intensas negociaciones entre los líderes del Congreso y la Casa Blanca.
El presidente Donald Trump elogió la legislación de rescate, dijo que se centraba todo en “empleos, empleos, empleos y familias, familias, familias”.
“Es una buena noticia para todos los estadounidenses”, indicó el líder de la mayoría del Senado, Mitch McConnell, republicano por Kentucky.
El líder de la minoría del Senado demócrata por Nueva York, Chuck Schumer, dijo que el proyecto de ley era el “mayor paquete de rescate en la historia de Estados Unidos”, creando un Plan Marshall para el sistema médico estadounidense y la asistencia a los empleados sin trabajo que equivalía a “desempleo extremo”.
Las senadoras Catherine Cortez Masto y Jacky Rosen, ambas demócratas por Nevada, votaron a favor del proyecto de ley, después de negociaciones que pusieron controles más estrictos en los préstamos a las grandes empresas, duplicaron la cantidad de dinero a los hospitales y extendieron los beneficios de desempleo de tres a cuatro meses.
“Es simplemente la mayor inversión individual en nuestra economía y sistema de salud en la historia moderna de Estados Unidos”, declaró Cortez Masto en un discurso en el Senado. “Y lo necesitamos”.
Cortez Masto evocó el tiroteo del festival Route 91 Harvest y la crisis de la vivienda de 2007 que asoló al estado para recordarle a la gente las dificultades que Nevada ha superado recientemente.
Agregó que la pandemia de COVID-19 ha aplastado las industrias de juegos y de hospitalidad, las cuales generan 68 mil millones de dólares anuales y mantienen 450 mil empleos en el estado.
También recalcó que el proyecto de ley da alivio a esas industrias, proporciona transparencia para los préstamos y ofrece protección a los trabajadores, además de ayudar a las pequeñas empresas y a las familias.
“Saldremos de esto juntos”, aseguró.
Los imprevistos de los beneficios
La votación se retrasó el miércoles después de que cuatro senadores republicanos se opusieran a los generosos beneficios de desempleo que, según dijeron, proporcionarían incentivos para no trabajar y pondrían dificultades a las pequeñas empresas para retener a los empleados.
“Queremos arreglar lo que está roto”, señaló el senador, Ben Sasse, republicano por Nebraska.
Una enmienda para hacer ese arreglo no alcanzó el umbral de 60 votos, con 48-48. Cortez Masto y Rosen votaron en contra.
El inconveniente se produjo después de tres días de retrasos por parte de los demócratas que querían más ayuda para los trabajadores, hospitales y gobiernos estatales y locales, así como otros programas que los republicanos subrayaron que no tenían conexión con la legislación de ayuda financiera.
Lo más destacado de las propuestas del proyecto de ley incluye:
■ Pagos de mil 200 dólares en efectivo a la mayoría de los estadounidenses.
■ Pagos de 500 dólares en efectivo a la mayoría de las familias por cada niño.
■ 500 mil millones de dólares para empresas, estados y gobiernos locales y tribales.
■ 367 mil millones de dólares para ayudar a las pequeñas empresas.
■ 150 mil millones de dólares para hospitales.
Las condiciones de la asistencia proporcionada por el proyecto de ley prohibirían al presidente, a los funcionarios de la Casa Blanca, a los miembros del Congreso o a sus empleados recibir dinero o préstamos federales del paquete.
También se incluyó un lenguaje para evitar que las empresas utilicen la ayuda para la recompra de acciones o la compensación de ejecutivos, dos cosas que empañaron el rescate de Wall Street en 2008.
Los casinos, hoteles y empresas turísticas de Nevada tendrían derecho a solicitar asistencia destinada a proteger a los trabajadores de los despidos y a mantener la solvencia de las grandes empresas. Los legisladores del estado y la Cámara de Comercio de las Vegas habían presionado para obtener esa ayuda.
“Es un buen comienzo”, aseveró Chris Cylke, vicepresidente sénior de la Asociación Estadounidense de Juegos de Azar (AGA, por su sigla en inglés), que representa a los operadores de casinos comerciales y tribales en todo el país.
Cylke agregó que la industria de los juegos de azar ha estado a menudo en desventaja en comparación con otras industrias durante las dificultades económicas causadas por catástrofes naturales y de otro tipo. Este proyecto de ley pondría a la industria de los juegos de azar en igualdad de condiciones para solicitar y recibir fondos con otras industrias afectadas por la recesión económica, explicó.
Los 465 casinos comerciales de Estados Unidos han cerrado. Con casi el 97 por ciento de los casinos tribales también cerrados, aproximadamente 649 mil trabajadores se ven afectados financieramente, según la AGA.
Los demócratas, como parte de las negociaciones, preservaron los derechos y acuerdos de negociación colectiva en el proyecto de ley. La mayoría de los trabajadores de los casinos de Las Vegas pertenecen a sindicatos.
Ayuda para los estados y ciudades
También se añadió dinero a la legislación para los estados y ciudades.
Los gobernadores han exigido ayuda al gobierno federal en forma de equipos médicos, mientras que la Conferencia de Alcaldes de Estados Unidos solicitó 250 mil millones de dólares para compensar los costos incurridos en la lucha contra la pandemia, continuar los servicios de la ciudad y evitar los despidos de empleados municipales.
Los alcaldes de Las Vegas, Henderson y Reno se unieron a más de 300 otros alcaldes en la búsqueda de los fondos.
Aunque el proyecto de ley fue aprobado, el miércoles se retrasó su votación por los cuatro republicanos que argumentaron que un adicional de 600 dólares en beneficios de desempleo proporcionaría más de un salario semanal a los trabajadores por hora mal pagados, creando un incentivo para no trabajar después de ser despedidos.
El retraso fue el último en los últimos cuatro días después de que los demócratas bloquearan el proyecto de ley y exigieran más responsabilidad y transparencia para la ayuda a las empresas.
Los republicanos también acusaron a los demócratas de tratar de untar el proyecto de ley con programas ideológicos y políticas climáticas no relacionadas con la recesión económica causada por el brote de coronavirus.
Los grupos ecologistas criticaron que la legislación era demasiado amistosa con las industrias.
Brett Hartl, del Centro para la Diversidad Biológica, dijo que los contaminadores corporativos recibieron “mucho dinero mientras que la gente común que necesita desesperadamente ayuda recibirá relativamente poco”.
Hartl agregó que los grupos ecologistas obligarán “a la administración de Trump a revelar públicamente cada trato turbio que hagan para rescatar a las empresas que matan el clima”.
El proyecto de ley ahora va a la Cámara de Representantes controlada por los demócratas, la presidenta demócrata por California, Nancy Pelosi, anunció que su comité revisará la legislación el jueves para determinar su curso de acción.
El líder de la minoría de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, republicano por California, instó a su grupo a aprobar el proyecto de inmediato, pero varios legisladores republicanos podrían retrasar la votación.
Se estaba discutiendo una medida para aprobar el proyecto en la Cámara de Representantes en un voto de voz, o con votos por poder para evitar que los legisladores regresen de su receso, mencionó un ayudante del Congreso.
Pero un borrador final de la legislación no se había publicado el miércoles por la tarde para los miembros de la Cámara de Representantes, lo que llevó a algunos legisladores a decir que un voto del viernes era más probable que permitiera a los miembros leer el proyecto de ley de gastos masivos.
El presidente instó a los legisladores a que aprueben el proyecto de ley rápidamente y se lo envíen para que lo firme como ley.