El sistema de detención de inmigrantes de los Estados Unidos es el más grande del mundo y también el más extenso sistema de detención civil del país, además de ser el único que está sujeto a una cuota establecida por el Congreso.
En realidad, es el sistema de detención que más rápido ha crecido en este país. Según un análisis de la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU), tres millones de inmigrantes han pasado por alguna de sus cárceles o centros durante la última década.
La crisis de refugiados centroamericanos ocurrida este año no ha hecho más que empujar aún más la expansión del mismo ya que desde el inicio se reinició la práctica de tener centros familias y hay planes de abrir otro centro con más de 2,400 camas.
La cuota establecida por el Congreso es única a este sistema: no existe en el sistema penal. El de inmigración es civil porque sus detenidos no están allí por violar las leyes penales sino las migratorias. Eso también tiene como consecuencia que los inmigrantes detenidos no tengan los mismos derechos que un detenido en el sistema criminal, como por ejemplo, acceso a un defensor público pagado.
La cuota de detenidos
La cuota anual que el Servicio de Inmigración y Naturalización debe llenar es de 34 mil camas.
Los demócratas del Congreso y la administración Obama han intentado bajarla para gastar menos dinero, pero los republicanos rechazaron un intento de reducirla a 31,800 durante la discusión sobre el “secuestro fiscal” el año pasado.
En realidad, la detención de inmigrantes en EEUU ha crecido continuamente desde 1996 y más desde que se estableció la cuota en 2006.
Cada año las autoridades encarcelan a casi 400 mil inmigrantes distribuidos en centros federales, centros privados bajo contrato o por espacio alquilado en cárceles regulares.