Cuando Nicole Beck levantó su teléfono después de acudir a la iglesia hace casi cinco años, su mirada se tornó detenida y confusa.
La madre de tres niños estaba visitando a su familia en San Francisco con sus hijos. Su esposo, el oficial de policía de Las Vegas Alyn Beck, se había quedado en casa para estudiar para la prueba de sargento. Lo extrañaban, pero ir a la iglesia había hecho que fuera una mañana relativamente agradable en el Área de la Bahía.
Ahora, sin embargo, en la casa de su pariente, sus ojos se movían hacia arriba y abajo de la pantalla de su teléfono mientras sus dedos pasaban por una avalancha de notificaciones. Eran todos sobre Alyn.
Daxton, su hijo mayor, se preguntaba qué estaba pasando. Nicole Beck entró en una habitación privada para hacer una llamada. El muchacho, quien tenía 14 años en ese momento, esperaba con sus hermanas hasta que su madre salió con noticias que ya habían llegado a los titulares nacionales: Hubo un tiroteo en una Cicis Pizza en Las Vegas. Alyn Beck y su compañero, Igor Soldo, estaban muertos.
“Hubo incredulidad y luego un dolor inmediato”, describió Daxton Beck, ahora de 19 años, al periódico Las Vegas Review-Journal en una entrevista telefónica antes del quinto aniversario de la muerte de su padre.
Fue la primera vez que el adolescente habló de ello públicamente. A través de familiares, Nicole Beck declinó una entrevista. Su cuñada señaló que esta época del año “siempre es muy difícil para ella”.
El tiroteo del 8 de junio de 2014 se llevó a cabo a manos de una joven pareja casada que tenía puntos de vista contra el gobierno y la ley, detalló la policía. Los oficiales Beck y Soldo estaban en su tiempo de almuerzo cuando sus asesinos entraron al restaurante del valle noreste y abrieron fuego.
Soldo, de 31 años, recibió un disparo en la nuca. Beck, de 41 años, trató de “contraatacar”, informó la policía, pero recibió varios disparos antes de que pudiera hacerlo. La pareja colocó una bandera de Gadsden (una pancarta amarilla con una serpiente enroscada sobre las palabras “Don’t Tread on Me”) sobre el cuerpo de Beck y se declaró una revolución.
Armados con las pistolas de los oficiales, la pareja se acercó a un Walmart cercano, disparó y mató a un civil armado llamado Joseph Wilcox, de 31 años, quien intentó detener al atacante pero no se percató de la esposa. En un tiroteo con la policía dentro de la tienda, el marido fue asesinado. Herida, la esposa se disparó y luego murió en un hospital.
Padre e hijo
La última vez que Daxton Beck vio a su padre fue el día en que Nicole Beck, Daxton y sus hermanas, ahora de 16 y 5 años, se fueron a San Francisco. Mientras se alejaban, Alyn Beck se despidió, la puerta del garaje se cerró lentamente hasta que desapareció de la vista.
“Fuimos tan cercanos como un padre y su hijo pueden ser”, señaló Daxton Beck.
En la graduación de preparatoria de Daxton en 2017, 150 oficiales uniformados representaron a su padre para sorprender y apoyar al adolescente, quien ahora es un ordenado en La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días y actualmente cumple una misión en Colorado.
Fue una de las muchas formas en que el Departamento de Policía Metropolitana (LVMPD) ha apoyado a la familia desde la muerte de Beck.
“No es solo este evento, sino también cualquier cosa en el futuro, ya sea bodas o graduación universitaria o cualquier otra cosa”, reportó Scott Nicholas, agente de la Policía Metropolitana, al Review-Journal ese mismo día. “Solo queremos que sepa que su padre fue importante para nosotros”.
Los intentos de llegar a la familia de Soldo para esta historia no tuvieron éxito. Le sobreviven su esposa y su hijo, quien cumplirá 6 años en julio, junto con sus padres, hermanos y familiares.
Una página memorial en el sitio web de la policía aún se describe a Soldo como una persona muy viajada, privada y voraz.
Alyn Beck también era muy cercano a su propio padre, Ronnie Beck.
“Y creo que nos parecíamos mucho”, agregó Ronnie Beck, de 78 años, sobre ambos.
Al crecer en Wyoming, Alyn Beck mostró un interés temprano en la aplicación de la ley, confesó su padre. En la universidad, donde conoció a Nicole, trabajó en labores de construcción hasta que escuchó que el departamento de policía de Las Vegas estaba contratando.
Se unió a LVMPD en 2001. Ronnie Beck estuvo allí para la ceremonia de su hijo.
“Estaba muy emocionado de que él pudiera lograr eso, porque era todo un honor”, añadió el padre.
Alyn Beck comenzó como un oficial de patrulla y luego se convirtió en entrenador. De acuerdo con la página memorial de LVMPD, sirvió como un instructor “duro y tenaz” durante aproximadamente siete años. Decidió volver a patrullar el año en que fue asesinado.
“Realmente le gustaba trabajar entre la gente”, mencionó su padre.
A lo largo de la época de Alyn Beck como oficial, Ronnie Beck nunca se preocupó por ningún riesgo adicional para la seguridad de su hijo.
“No tenía ninguna preocupación en absoluto con eso. Solo confiamos en él”, dictó el Beck mayor. “Porque una persona puede ser atropellada cruzando la calle, así es la vida”.
La muerte de Alyn Beck se produjo cuatro años antes de la repentina muerte de su madre, Ruth Beck. Murió en marzo cuando un conductor de un semirremolque cruzó una mediana en Wyoming y se estrelló contra el lado del pasajero donde viajaba ella en el auto de Ronnie Beck. Los dos se dirigían a la casa de su otro hijo.
“Fue tan extraño”, declaró Ronnie Beck, quien conducía. “Mi mano se cortó un poco y eso fue todo”.
Fe y familia
La muerte de su hijo y la reciente muerte de su esposa han cambiado su vida de manera repentina, exclamó, entre otras pérdidas. Como sobreviviente de un ataque al corazón y luego de un trasplante de corazón, Ronnie Beck siempre pensó que sería “el primero en irse”.
“Pero estas cosas suceden”, le declaró al Review-Journal por teléfono desde su hogar en Wyoming, quien se mantuvo en gran medida positivo. “Así es la vida”.
“Al menos esa es mi opinión”, continuó. “Solo aprendes a vivir con eso, haces lo que puedes e intentas levantar a alguien si puedes. Creo que eso es tan importante en la vida. Siempre hay alguien por ahí que necesita una mano de ayuda”.
Alyn Beck siempre fue rápido en hacer eso, mencionó su padre. Su vida estaba arraigada en su fe y en su familia.
Daxton Beck manifestó que su padre era bueno en “identificar las necesidades de los demás”.
“Siempre fue la persona que necesitabas en ese momento”, expresó Daxton Beck. “¿Necesitabas a alguien que te hiciera reír? Lo tenías, ¿Necesitabas un modelo a seguir o un mentor? Lo tenías, ¿Necesitas a alguien que te escuchara? Lo tenías”.
Los principios de su padre han guiado las decisiones de Daxton Beck en los casi cinco años que ha vivido sin él. Pero desea poder sentarse con su papá y conversar sobre las cosas.
Espera que la gente se dé cuenta de lo importante que es tratar de permanecer cerca de la familia.
“No porque nunca sabes lo que va a pasar, sino porque si te mantienes cerca, no importa lo que pase”, sugirió el hijo.
El mes pasado, 10 hijos de oficiales recibieron becas de cinco mil dólares en honor a Alyn Beck e Igor Soldo. Después de la premiación, la policía de Las Vegas organizó la ceremonia anual en conmemoración del cumplimiento de la ley en el sur de Nevada, cerca de la puesta del sol, que rememoró a todos los oficiales caídos en la región, incluidos Beck y Soldo.
Nicole Beck y su hija menor, Katriann, asistieron. La niña sostuvo una sola rosa blanca en honor a su padre.