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Consejo Escolar aprueba mandato de vacunación tras horas de polémicos comentarios

La Junta Escolar del Condado Clark votó el jueves temprano para aprobar un mandato de vacunación COVID-19 para los empleados, que será negociado con los sindicatos.

La fideicomisaria Danielle Ford votó en contra y la fideicomisaria Katie Williams no asistió a la votación. Después de la decisión, muchos de los miembros restantes del público se marcharon y algunos gritaron comentarios.

La junta escuchó más de cinco horas de comentarios públicos el miércoles por la noche antes de deliberar sobre la propuesta.

Dana English, profesora de educación especial, dijo que está firmemente en contra del mandato de vacunación y que representa a la mayoría.

“Mi salud nunca ha sido asunto del CCSD y ciertamente no es indicativo de mi capacidad para enseñar”, dijo.

English preguntó a los fideicomisarios si están dispuestos a perder a muchos profesores por un mandato de vacunación.

Cientos de personas llenaron la sala principal de reuniones y otros cientos fueron dirigidos a una sala adjunta, con una larga fila fuera del Clark County Government Center esperando pasar por seguridad.

Más de 80 personas se inscribieron para hablar antes de la reunión y otras más lo hicieron en el lugar. La junta también recibió 203 páginas de comentarios públicos por escrito, la mayoría en contra del mandato de vacunación.

La acción permitirá al superintendente Jesús Jara redactar e implementar una política de vacunación obligatoria contra el COVID-19. Un borrador de la propuesta establece que permitiría exenciones médicas y religiosas. La propuesta no incluye un plazo para que los empleados tengan que mostrar un comprobante de vacunación.

El quinto distrito escolar más grande del país, que tiene aproximadamente 42 mil empleados, operará con clases presenciales este año escolar.

Alrededor del 67 por ciento de los empleados del distrito han cargado su comprobante de vacunación de COVID-19 en la plataforma emocha Health.

Deliberaciones

Jara dijo que la resolución es para que el distrito trabaje con los socios para crear un plan. Los memorandos de acuerdo con los sindicatos después de las negociaciones tendrán que volver a la junta, dijo.

Fikisha Miller, negociadora principal del distrito escolar, dijo que lo que se propone no es un mandato que comienza mañana. Ella dijo que entiende el miedo y la desconfianza.

Miller dijo que es una cuestión de seguridad pública y el distrito puede actuar, pero todavía tiene la obligación de tener conversaciones con los sindicatos.

El distrito debe mantener las escuelas abiertas operativamente, dijo Miller. El virus también está evolucionando y “tenemos que tratar de mantener a la gente segura”.

Miller dijo que lo que escuchó durante los comentarios del público es que la gente tiene miedo de lo que nunca sucedería: ser despedidos por negarse a vacunarse debido a sus creencias religiosas.

“No estamos tratando de despedir a nuestra fuerza laboral”, dijo.

Después de hacer preguntas y expresar su preocupación por la propuesta, la administradora Danielle Ford dijo: “No me siento muy cómoda con esto”.

Jara dijo que ha tenido conversaciones con estudiantes de último año de preparatoria desde que comenzaron las clases el 9 de agosto, quienes le han dicho que haga lo que sea necesario para mantener las escuelas abiertas.

La fideicomisaria Lola Brooks dijo que lo que Jara busca es que la Junta Escolar tome una posición a favor de la vacunación de los empleados para que él no se lleve toda la bronca.

“Personalmente, creo que deberíamos explorar esta vía”, dijo, añadiendo que la junta ha escuchado a expertos médicos y que ella confía en la comunidad científica.

El miedo, la ansiedad y las dudas no son un fenómeno nuevo, dijo Brooks, señalando que ha sucedido con cada nuevo desarrollo médico.

Dijo que reconoce que nada está exento de riesgos. En última instancia, es responsabilidad de la junta mantener a los estudiantes y las familias a salvo, y las vacunas son la mejor manera de hacerlo, dijo Brooks.

La presidenta de la Junta, Linda Cavazos, dijo que habría sido útil tener información adicional sobre la propuesta y que no está emocionada por la forma en que se presentó. Preguntó qué pasaría si la junta no aprueba la propuesta.

Si la junta no la autoriza, dijo Jara, el distrito volverá a operar las escuelas como está.

Cavazos dijo que quiere apoyar el objetivo de la propuesta. Dijo que la cuestión es el nivel de comodidad con la aprobación de la misma.

Ella dijo que la palabra “mandato” golpeó la ansiedad en todo el mundo. Cavazos dijo que tiene serias preocupaciones, incluyendo una grave escasez de maestros y la posibilidad de perder empleados si se aprueba un mandato. También dijo que confía en los expertos médicos.

Ford dijo que no apoyará la resolución y el público aplaudió.

Los sindicatos no están contentos con la forma en que se han desarrollado las cosas operativamente durante la pandemia, dijo Ford. Debieron haber sido consultados antes de la resolución, dijo.

El distrito, dijo, no ha explorado otras opciones como asegurar mejor el distanciamiento social, más opciones de educación a distancia y una campaña educativa para los empleados.

Ford dijo que cree que el distrito debería considerar otras opciones. También dijo que le preocupa que el lenguaje de la resolución sea casi idéntico a uno utilizado en Filadelfia.

Preguntó por qué los empleados tienen que ser despedidos en lugar de ser puestos bajo licencia a largo plazo. Y cuestionó por qué la junta (y no el condado o el estado) son los que se les pide que tomen medidas.

Un par de funcionarios de salud pública del Distrito de Salud del Sur de Nevada respondió a las preguntas de los miembros de la junta.

El doctor Cort Lohff, jefe médico del distrito de salud, mencionó que la vacuna COVID-19 es muy eficaz y pasó por extensas pruebas clínicas para demostrar su seguridad y eficacia.

Mientras Lohff respondía a una pregunta de un miembro del consejo escolar, una mujer se levantó y empezó a gritar. La policía la sacó de la sala.

Lohff dijo que la recomendación actual de los CDC es que se vacunen quienes hayan tenido previamente COVID-19, pero señaló que eso podría cambiar en el futuro. En respuesta a otra pregunta, Lohff dijo que hay pruebas de que los niveles de protección de la vacuna disminuyen con el tiempo.

“Eso no es raro”, dijo. “Lo hemos visto con otras vacunas en el pasado, incluidas las vacunas infantiles”.

Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de Estados Unidos recomiendan actualmente una vacuna de refuerzo para aquellos que están moderada o gravemente inmunodeprimidos.

Ford preguntó cómo afectaría a las ciudades y a los hospitales el hecho de que el distrito obligue a los empleados a vacunarse.

Un aumento de la tasa de vacunación reduciría la probabilidad de transmisión en las aulas y, a su vez, podría reducir la transmisión comunitaria también, dijo Lohff.

La vacuna no es perfecta al cien por ciento, pero es mejor que no tenerla, señaló.

Comentarios del público

Donna Raagas, una maestra jubilada del distrito y abuela de actuales estudiantes, dijo que el 40 por ciento de los empleados no han cargado un comprobante de vacunación COVID-19 completo.

En un distrito tan grande, eso equivale a miles de personas, dijo. “Es un grupo enorme que merece respeto”.

Raagas también preguntó quién tiene la autoridad para ordenar la vacunación.

Jara declaró ante a la multitud al principio de la reunión que la propuesta de vacunación es para los empleados, no para los estudiantes. Después de que dijera que el distrito tenía que tomar medidas para abordar la situación del COVID-19 en evolución, algunos en la audiencia lo abuchearon.

Varios comentaristas dijeron que les preocupaba que si se aprobaba un mandato de vacunación para los empleados, el siguiente podría ser un mandato para los estudiantes. Otros mencionaron la escasez de empleados del distrito, alegando que el distrito no puede permitirse perder a ningún trabajador.

Cavazos convocó un receso de cinco minutos y dijo que la junta estudiaría la posibilidad de desalojar la sala de reuniones.

Después de volver a la sala, Cavazos dijo que quería recordar a los asistentes las reglas de decoro, incluyendo el no interrumpir, y que quiere permitir que los comentaristas públicos tengan la oportunidad de hablar.

Casi cinco horas después de iniciada la reunión, un orador dirigió un comentario a la administradora Evelyn García Morales acerca de que había abandonado la sala durante 20 minutos, pero que antes había hecho un comentario acerca de su deseo de añadir cinco segundos al tiempo de un orador debido a las interrupciones en la sala. García Morales abandonó la sala de reuniones y regresó más tarde.

Poco después, un hombre del público se levantó y gritó a la junta, llamándola patética. Fue escoltado fuera de la sala por la policía.

Jim Frazee, profesor de preparatoria y vicepresidente del sindicato de profesores de la Clark County Education Association, dijo que los miembros del sindicato quieren que las aulas sean lo más seguras posible.

Pero, dijo, “la reapertura hasta ahora ha sido un desastre y no tenemos mucha fe en que este mandato sea mejor …”

Frazee dijo que el sindicato quiere ver los detalles del mandato de vacunación propuesto antes de tomar una posición.

Es un tema complicado, dijo, y le dijo a Jara que, con todo respeto, “no has hecho lo complicado muy bien este año”.

Vanessa Fullman, una maestra de segundo grado que dijo estar en contra del mandato y de las extralimitaciones del gobierno, dijo a la junta: “Si la vacuna es obligatoria, trabajaré hasta que me despidan”.

Kathy Stephens, que está en su 17º año como maestra, dijo que hasta la reunión de la Junta Escolar del miércoles, siempre se confió en que usaría su mejor juicio para hacer su trabajo.

Ahora, el distrito ha convertido un asunto personal y privado de decisiones médicas en algo abiertamente político, dijo, calificando el mandato de vacunación propuesto de “positivamente bárbaro”.

Carole Moreo, educadora desde 1997, dijo que su compromiso con sus estudiantes y el distrito ha sido inquebrantable. Dijo que no se vacunará, señalando razones como que los que están vacunados aún pueden contraer y propagar el virus. Moreo dijo que tiene medios para alejarse de la profesión que ha elegido, pero que muchos otros educadores no los tienen.

Mike English, un maestro de educación especial, dijo que el distrito ya está experimentando una escasez de maestros de educación especial.

La imposición de una vacuna agravará una “situación ya de por sí grave”, añadió.

Los padres interpondrán demandas si su hijo deja de recibir los servicios que el distrito está obligado a proporcionar según su Individualized Education Program (IEP), dijo English.

Durante una sesión de trabajo de la junta directiva por la tarde, la maestra Meja Hammons (que también habló durante la reunión de la noche) dijo que ha dado 23 años de su vida al distrito, y ha enseñado a más de mil niños de jardín de niños y primer grado.

“La enseñanza no es solo mi trabajo”, indicó. “Es mi pasión”.

Un mandato de vacunación le quitará todo eso, dijo Hammons, señalando que la alejará de los estudiantes que tanto quiere.

Un estudiante de último año de preparatoria que estudia en Cheyenne High School fue uno de los que habló a favor de un mandato de vacunación, diciendo que las personas que no están usando un cubrebocas o no están vacunados están robando a los estudiantes de último año oportunidades en persona como el baile de graduación y la graduación.

Algunos padres de Lamping Elementary School en Henderson, que operó bajo educación a distancia recientemente debido a nuevos brotes de COVID-19, dijeron en comentarios públicos escritos que apoyan un mandato.

“El propio director dijo que los brotes solo ocurren entre el personal no vacunado”, escribió Lori Linton Rivera. “El personal no vacunado es precisamente el responsable del cierre. Las vacunas DEBEN ser obligatorias para evitar futuros cierres”.

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