En papel, la casa de dos habitaciones es una iglesia.
Pero dentro de “Zen Temple Las Vegas” en Harmon Avenue, los investigadores encontraron una pista de baile, mesas de masaje, estantes de licor y habitaciones divididas resultando en un motel improvisado.
Había tarjetas de visita vinculadas a un sitio web que contenía fotos de la propiedad y que anunciaban “el club semi-nudista más sexy del mundo”.
“Camas de oración VIP” rodeaban una piscina en el patio trasero. Dentro de la casa había una caja alta y negra para “Mamografías gratis” escrita en letras blancas sobre dos agujeros circulares.
La investigación en noviembre en 2461 E. Harmon Ave. (documentado con fotografías y realizado por la Policía Metropolitana y los oficiales de cumplimiento del código del Condado de Clark) generó sospechas entre los funcionarios del gobierno sobre el uso de la propiedad.
“Parecen estar operando un negocio desde esta propiedad residencial, no como una iglesia”, escribió el oficial de cumplimiento de códigos, Lonnie Mann, en un correo electrónico.
Los comisionados del condado votaron el martes para permitir que la Oficina del Fiscal de Distrito demandara a los operadores de la propiedad y a otra casa con la que comparte un patio trasero. Los registros del condado muestran que Dewey y Julie Wohl de Northridge, California, compraron las dos casas a fines de 2016 por 610 mil dólares.
Los Wohls no pudieron ser contactados para comentarios el martes.
Las casas residenciales están siendo utilizadas ilegalmente como un spa, club nocturno, bar y motel con los nombres de Sea Mountain y One Love Temple, según documentos del condado. El abogado del condado, Robert Warhola,le reportó a los comisionados que las infracciones violan los códigos de los departamentos de salud, del condado y la ley estatal.
El condado designó el hogar en 2461 E. Harmon Ave. como un lugar de culto antes de que los Wohls lo compraran. Sin embargo, una persona se quejó ante el “Better Business Bureau” en junio pasado de que la música fuerte y las personas que gritaban a menudo podían escucharse desde el interior de la propiedad.
“Se escuchan ruidos de golpes en mi casa con todas las ventanas y puertas cerradas”, indica la queja. “Música todo el día y noche a gran volumen. ¡Continuaré llamando a la policía después de las horas y no me detendré hasta que este ruido excesivo se detenga!”
Después de la investigación realizada por la policía y los oficiales de cumplimiento de códigos en noviembre, el condado envió varios avisos de violación de códigos a los Wohls, exigiendo que cerraran sus negocios hasta que recibieran los permisos y las licencias correspondientes.
Una notificación final enviada el 8 de enero, amenazó con un proceso penal y multas de hasta $500 por día si el problema no se solucionaba en menos de un mes.
El comisionado Tick Segerblom, quien representa el área, señaló que el condado ha tenido dificultades para que los dueños de las propiedades cumplan con los requisitos.
“Los hemos estado citando y nos han estado ignorando”, detalló. “Así que es hora de ponernos duros”.