Autoridades estadunidenses pondrán en operación el próximo verano un programa piloto para digitalizar la cara de conductores y pasajeros de vehículos en movimiento que se dirijan hacia México a través del Puente Internacional de Anzalduas, cerca de McAllen, Texas.
La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) de Estados Unidos planea utilizar los resultados de esta prueba para alistar un despliegue más amplio de esta tecnología en las fronteras sur y norte del país.
Los datos recabados podrían usarse en el futuro para identificar a fugitivos o sospechosos de terrorismo, expuso la directora ejecutiva de la Oficina de Planificación, Análisis de Programa y Evaluación de CBP, Colleen Manaher.
La CBP ya opera programas de reconocimiento facial para viajeros de salida en casi una docena de aeropuertos internacionales, incluido el de Houston, Texas, destinados a garantizar que los viajeros sean realmente quienes dicen que son.
“La aceptación de los viajeros es realmente alta y podemos agradecer a compañías como Apple y Google por eso”, dijo Manaher, en declaraciones este viernes al periódico The Austin American Statement.
“Es un cambio de juego”, expresó Manaher durante una entrevista en el segundo y último día de la Exposición de Seguridad Fronteriza, efectuada en San Antonio.
La CBP busca desde hace tiempo una forma de identificar a los millones de viajeros que salen del país cada año a través de cruces fronterizos terrestres hacia México y Canadá, con el fin de saber quiénes se quedan en territorio estadunidense una vez vencidos sus permisos.
El Congreso estadunidense ordenó a la CBP, desde hace años, usar datos biométricos para identificar a los viajeros que salen del país, sin embargo, la tecnología para hacerlo no estaba lista y la creación de puntos de control de salida hubieran provocado serias demoras al tráfico e interrupciones al comercio.
Sin embargo, gracias a los avances en la tecnología de reconocimiento facial, la posibilidad de establecer estas medidas en los puertos de entrada y salida del país parece real, y la CBP lo probará el verano próximo, para ello eligió el Puerto de Entrada de Anzalduas en donde digitalizará la cara de conductores y pasajeros que salen hacia México.
Manaher dijo que en 2017 investigadores del Laboratorio Nacional Oak Ridge de Tennessee empezaron a resolver los desafíos que dificultan la aplicación de la tecnología de reconocimiento facial a los vehículos en movimiento.
El tinte y el resplandor del sol pueden hacer que las ventanas del automóvil sean impenetrables para las cámaras normales y, para ser eficaces, las cámaras de reconocimiento facial deben identificar tanto a conductores como a pasajeros, incluso aquellos que viajan en los asientos traseros.
Manaher dijo que los investigadores de Oak Ridge han desarrollado una tecnología que permite a las cámaras penetrar el resplandor y el tinte aún cuando este no permita ver a simple vista a través del cristal del vehículo.
La funcionaria expuso que incluso si las cámaras en el Puente Internacional Anzalduas pueden identificar sólo el 50 por ciento de los pasajeros que manejan por el puente, “eso es un ‘jonrón’, dado que actualmente no se tiene nada.
La CBP retó a las compañías de tecnología del Valle del Silicón y de otros lugares para refinar la tecnología y hacerla cada vez más precisa.
En noviembre pasado, la agencia celebró un día de la industria en Menlo Park, California, (sede de Facebook) para estimular el interés del sector en esta situación.