Las lluvias que han golpeado algunas partes de West Virginia han dejado 24 muertos, causaron la destrucción de un centenar de casas, han arruinado numerosas carreteras y puentes y dejado sin luz a cientos de hogares.
La tarde de este sábado fue hallado otro cuerpo en el Condado de Greenbrier. Las autoridades informaron que sigue la revisión de puerta en puerta en busca de personas desaparecidas.
El presidente Barack Obama llamó al gobernador Early Ray Tomblin para ofrecer sus condolencias por todas las víctimas, además de que prometió ayuda de parte del gobierno federal, informó la Casa Blanca en un comunicado.
Tomblin situó el viernes las inundaciones entre las peores en un siglo en algunas partes del estado. El estado de emergencia fue declarado en 44 de los 55 condados de West Virginia y 150 miembros de la Guardia Nacional fueron desplegados para ayudar a los servicios de emergencia.
En algunas zonas han caído hasta 9 pulgadas (23 centímetros) de lluvia en tan solo seis y ocho horas en algunas zonas del estado, según informó el Servio Nacional del Meteorología (National Weather Service en inglés). Según dijo el gobernador, los daños son devastadores y están muy extendidos.
Las fuertes lluvias destruyeron o dañaron más de 100 viviendas y dejaron sin electricidad a decenas de miles de casas, detalló el gobernador Tomblin.
Unas 500 personas quedaron atrapadas en un centro comercial después de que un puente se viera afectado por las lluvias.
Algunos vecinos tuvieron que ser rescatados desde los tejados de las casas después de que se vieran sorprendidos ante la intensidad del agua.
El panorama que dejó la tormenta era dramático, según describió Jan Cahill, alguacil de del condado Greenbrier, uno de los más golpeados. Carreteras destruidas, puentes sin servicio, casas quemadas, pilares arrastrados, dijo. Fue un completo caos.
Numerosos equipos de rescate se pusieron en marcha para verificar dónde está cada persona y para seguir el rastro de personas desaparecidas, explicó Cahill. La situación ha sido tan complicada que, según explicó el alguacil, algunos rescatistas tuvieron que ser rescatados. Debido a la tormenta, cientos de personas se quedaron sin servicio eléctrico.
En The Greenbrier, un resort de lujo en las montañas del condado, los campos de golf quedaron completamente anegados, reportó The New York Times. En este recinto debe celebrarse un evento de la PGA (la Asociación Profesional de Golfistas). Nunca había visto algo así, dijo Jim Justice, propietario del complejo, en un comunicado. Sin embargo, nuestro objetivo ahora no es el complejo, el campo de golf o cualquier otra cosa. Estamos rezando y haciendo todo lo que podemos para ofrecerles la ayuda que necesitan.