La Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) destacó la importancia de que el Estado mexicano erradique toda forma de violencia contra las niñas y jóvenes, ya que ello limita su acceso efectivo a la educación y a la formación para la vida laboral.
En el marco del Día Internacional de la Niña, que se conmemora el 11 de octubre, dijo que, ante el escenario de desigualdad y violencia que enfrentan las niñas, adolescentes y mujeres jóvenes en el país, es responsabilidad de las autoridades de los tres órdenes de gobierno implementar medidas de acción positiva, programas y políticas públicas.
Ello, para lograr igualdad entre mujeres y hombres, la eliminación de la discriminación contra ese sector poblacional y su incorporación plena a la educación, capacitación, empleo y ciencia, así como para desaparecer las barreras jurídicas, económicas, sociales y culturales que les impiden acceder a esas esferas sociales.
Para que las niñas y jóvenes desplieguen todo su potencial, apuntó el organismo nacional, es necesario que las familias, comunidades y el Estado reconozcan su carácter de titulares de derechos.
Así como que romuevan, respeten, cumplan y protejan su dignidad y los derechos reconocidos por la Constitución, en los instrumentos internacionales y en la Ley General de los Derechos de Niñas, Niños y Adolescentes.
En un comunicado, la CNDH resaltó que es necesario que todas las acciones, políticas, programas, decisiones y mecanismos para garantizar sus derechos incorporen un enfoque diferenciado que valore la diversidad de identidades, vivencias y opiniones de cada una de ellas.
Con datos de la Encuesta Intercensal 2015, expuso que en México residen 19.4 millones de niñas y adolescentes menores de 18 años; dos de cada 100 niñas de 6 a 11 años no asisten a la escuela.
Mientras que 18 por ciento de las adolescentes de 16 y 17 declararon no haber terminado la secundaria o tener un nivel de escolaridad menor, y una de cada 10 de 5 a 17 años que habla lengua indígena, no asiste a la escuela.
De 1990 a 2016 la tasa de fecundidad de niñas y adolescentes entre 10 y 14 años aumentó en la mayoría de las entidades federativas y alcanzó en ese último año 2.15 nacimientos por cada mil de ellas.
Las entidades con más altas tasas de fecundidad son: Guerrero, Chiapas y Coahuila, en tanto que cifras del Consejo Nacional de Población (Conapo) indican que el porcentaje de matrimonios de niñas y adolescentes en ese rango de edad ha disminuido de manera importante.
Sin embargo, el número de uniones se ha incrementado, pues mientras en 1990 fue de 30.7 por ciento, en 2016 ascendió a 61.2 por ciento; en la mayoría de los casos sus parejas son de mayor edad que ellas.