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Demandan por 2 muertes a empresa de seguridad en Las Vegas

La sucursal de una empresa de seguridad nacional en Las Vegas enfrenta dos demandas por muertes injustas después de que dos nevadenses murieran a manos de guardias empleados por la empresa.

El demandado Securitas Security Services USA Inc. se anuncia a sí mismo como “el líder en servicios de protección”, según su sitio web.

La primer demanda se presentó en julio de 2018 y la segunda en abril. La oficina local declinó hacer comentarios y una portavoz nacional no respondió.

La demanda posterior se debe a la muerte no informada de Jonathan Blackstone el 10 de febrero de 2018. El joven de 36 años murió luego de que un grupo de guardias de seguridad lo atacaron frente a Showcase Mall en el Strip, lo tumbaron y bloquearon sus vías respiratorias, alega la denuncia.

En ese momento, los oficiales del Departamento de Policía Metropolitana (LVMPD) investigaron el asunto y enviaron el caso a la oficina fiscal de distrito del Condado de Clark para su revisión, según informó el Las Vegas Review-Journal. Pero debido a la “evidencia insuficiente”, la oficina se negó a procesar, mencionó el lunes el fiscal de distrito, Steve Wolfson.

“No cometieron un delito”, señaló Wolfson sobre los guardias de seguridad.

Blackstone, quien tenía esquizofrenia, estaba “actuando de manera errática” cuando los guardias tomaron medidas, según los abogados que representan a la hermana del hombre.

“En lugar de llamar a la policía, en lugar de vigilar la situación, los guardias lo tomaron en sus propias manos y lo apilaron”, relató el abogado Benjamin Cloward.

Blackstone fue declarado muerto en el Centro Médico Spring Valley Hospital, según la oficina forense del Condado de Clark. Murió de “asfixia traumática debido a ser restringido por múltiples individuos”.

Su esquizofrenia fue catalogada como un factor contribuyente, detalló la oficina forense, junto con intoxicación por cocaína, metanfetamina y obesidad.

Comportamiento errático

Mientras discutía el caso el lunes, Wolfson leyó una narrativa de la policía, que notó que la seguridad se solicitó por primera vez el día en que Blackstone murió porque había estado “merodeando” y “actuando erráticamente” frente al Ross Dress for Less en Showcase Mall, también el hogar de M&M’s World.

Según la narrativa de la policía, Blackstone había estado haciendo “comentarios peculiares”. También agarró a dos empleados del brazo y arrebató un teclado cercano dentro de la tienda, que los empleados rápidamente recuperaron.

Cuando llegaron los guardias, “Blackstone extendió los brazos y luego las manos detrás de la cabeza y continuó actuando de manera errática”, Wolfson leyó en voz alta el lunes.

Mientras un guardia intentaba tirar de Blackstone por el escote de su camisa, “Blackstone se apartó y luego salió corriendo”, continuó Wolfson.

En una tienda cercana, Blackstone no dijo nada, pero siguió actuando de manera errática, de acuerdo con la narrativa. Se quitó los zapatos y colocó las manos detrás de la cabeza varias veces. Luego saltó sobre un mostrador, arrancó un teclado de una caja registradora y lo usó para golpear una pared, manifestó Wolfson.

“Cuando dio la vuelta al mostrador después de soltar el teclado, los agentes de seguridad se pusieron manos a la obra y lo tiraron al suelo”, leyó Wolfson en voz alta.

Una vez que Blackstone estuvo abajo, un guardia sostuvo su rodilla sobre la parte posterior del cuello y la cabeza de Blackstone. Otros dos se sentaron en su cuerpo, y un cuarto sujetó sus piernas, según el relato policial.

“Blackstone continuó luchando por más de un minuto y medio, y luego llegaron los oficiales de LVMPD”, notificó Wolfson. “Los oficiales de seguridad se levantaron y les dijeron a los oficiales que Blackstone había sido extremadamente combativo”.

Un oficial de LVMPD quien determinó que Blackstone no estaba respirando, realizó RCP en vano.

El lunes, Wolfson dijo que su oficina tuvo en cuenta “todo” durante su revisión, incluida la esquizofrenia de Blackstone y las imágenes de vigilancia del incidente. Reiteró que “no hay crimen aquí”.

Al explicar la decisión de no procesar, respondió: “Piensen en cómo hubiera salido todo si no hubieran hecho algo y este hombre matara a una persona inocente”.

Ningún guardia individual fue nombrado en la demanda. Securitas, sin embargo, fue catalogado como demandado junto con otras compañías de seguridad no identificadas. Eso es porque los cuatro guardias involucrados trabajaban para diferentes compañías, detalló Cloward.

“Triste accidente”

La otra demanda contra Securitas se deriva de la muerte de Kimberlee Ann Kincaid-Hill en enero de 2017. La mujer de 57 años trabajaba en una joyería de Henderson cuando un guardia de seguridad abrió fuego contra un ladrón quien intentó robar, pero falló y en su lugar impactó a Kincaid-Hill en el pecho, especificó la policía.

Kincaid-Hill fue trasladada al Hospital y Centro Médico de Sunrise, donde murió y la oficina forense dictaminó que su muerte fue un homicidio. El ladrón se escapó con las manos vacías.

La policía de Henderson en ese momento describió el tiroteo como un accidente y no buscó cargos contra el guardia, a quien se negaron a nombrar.

Pero los registros judiciales identifican al tirador como Michael Deshawn Lyons. Securitas lo contrató en 2015, según los registros de la Junta de Investigadores Privados de Nevada. Ha sido licenciado desde 2007.

“Estamos observando de cerca la capacitación del oficial que disparó y mató, por error, a Kimberlee”, anunció Todd Moody, un abogado quien representa su patrimonio. “No hay absolutamente ninguna acusación de que esto haya sido intencional. Fue un triste accidente. Pero en lo que nos centramos es si Securitas lo entrenó adecuadamente, si hubiera llevado una pistola, si estuviera familiarizado con la pistola que usó cuando la disparó”.

Lyons continúa siendo un guardia de seguridad con licencia, y los registros estatales aún lo enlistan como un empleado de Securitas. Pero ya no está calificado para llevar un arma de fuego.

Kevin Ingram, el director ejecutivo de la Junta de Investigadores Privados de Nevada, señaló que el cambio no fue el resultado de una acción disciplinaria porque no hay ninguno en su archivo. En cambio, parece que por razones desconocidas, su certificación de arma de fuego caducó y no volvió a calificar.

Lyons no pudo ser contactado para hacer comentarios y un abogado quien lo representa y a Securitas no respondió a las solicitudes de comentarios.

Ningún acusado ha respondido a la demanda de Blackstone. El caso Kincaid-Hill está programado provisionalmente para ir a juicio en 2020. Ambos casos se presentaron ante el Tribunal de Distrito del Condado de Clark.

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