Con el testimonio que dio recientemente Frances Haugen, la “whistleblower”, sobre Facebook y la proclama del gobernador Steve Sisolak, sobre el respeto en las escuelas públicas, muchos padres estarán pensando cómo proteger a sus hijos del ciberacoso.
“Es lamentable que ese problema sigue en aumento”, expresó Jahaziel Múñoz, vocero regional de los Testigos de Jehová, agregando que “a veces hay cosas nuevas, como el ciberacoso, que muchos no han llegado a comprender bien y por ende no saben a dónde buscar información”.
Múñoz compartió la precocupación de dos familias que han observado cómo el “bullying” se incrementa en todos los aspectos. Por ejemplo, en el caso de Zury Bourque, cuya familia tiene dos miembros que asisten a clases regulares y tienen 12 y 10 años de edad.
Tras el inicio del “Mes Nacional de Concientización para Prevenir el Acoso”, el uso cada vez mayor de la tecnología en la vida cotidiana de los niños ha posibilitado nuevos medios de acoso. Con tan solo un clic, los acosadores virtuales pueden hacer burla, hostigar y amenazar constantemente, e incluso observar al interior de la casa por teléfono celular o computadora. Como consecuencia, las víctimas informan que sufren desesperanza y aislamiento, y hasta generan tendencias suicidas.
¿Qué pueden hacer los padres para proteger a los hijos? Interesarse en el mundo cibernético puede marcar la diferencia, resalta la Asociación Nacional de Padres y Maestros.
Poner este tipo de empeño no requiere que los padres sean expertos en la tecnología. Más bien, el sitio del Gobierno Federal titulado stopbullying.gov aconseja a los padres a observar y a darse cuenta de indicios sutiles que revelen que algo está mal como, por ejemplo, que el hijo se retraiga, que esconda la pantalla cuando otros están cerca o que tenga reacciones emocionales por las cosas indicadas en el dispositivo.
Para Zury Bourque y su esposo Chris, esto quiere decir estar muy al tanto de qué es “normal” para sus dos hijos. “Conocer el estado de ánimo de mis hijos es muy importante, porque entonces puedo detectar cambios y giros en su personalidad que señalen que algo pasa”, dijo Chris.
Hablar frecuente y abiertamente con los hijos también ayuda. “Cuanto más le hables a tu hijo sobre el tema, más cómodo se sentirá para contarte si ha sido testigo o víctima”, recomienda el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF, por sus siglas en ingles) en sus consejos en línea.
Por otro lado, en el caso de Thiago y Auboni Cordolino, donde sus hijas atraviesan los años de adolescencia, se dan cuenta de que hablar menos y escuchar más es lo que da los mejores resultados. “Nos esforzamos por ser accesibles y escuchar atentamente sin reaccionar”, explica Thiago.
Además de hablar con sus hijos, escucharlos y observarlos, los padres no deben retraerse de establecer y poner en vigor reglas para actividades en línea, dicen los expertos.
A las hijas de la familia Cordolino se les permite participar en los juegos en línea, pero se espera que apaguen la función de chatear en vivo, a fin de limitar las interacciones con desconocidos. “Les aseguramos a nuestras hijas que tenemos confianza en ellas y que respetamos su privacidad, pero tienen que acatar los límites que hemos puesto”, comenta Auboni.
La familia Bourque plantea el tema de manera parecida.
Ambas familias mencionaron los consejos y recordatorios que consideran con sus hijos y recursos gratuitos disponibles en www.jw.org.
Uno de los hijos de la familia Bourque en especial recomendó de este sitio uno de los videos cortos animados titulado “Cómo defenderte sin dar un solo golpe”.
“Aprendí que si sufres por el acoso, debes llamar a alguien en quien confías, como tus padres, el director o los consejeros de la escuela. Ellos pueden intervenir en la situación y detenerla”, finalizó.