No está claro cuándo, o si, las propiedades cerradas de Station Casinos volverán a abrir.
Red Rock Resorts, la compañía matriz de Station Casinos, cerró sus 20 propiedades en Nevada por casi 80 días bajo órdenes estatales para ayudar a frenar la propagación del COVID-19. Palms, Texas Station, Fiesta Henderson y Fiesta Rancho aún no han reabierto.
Durante una declaración de ingresos del segundo trimestre, se le preguntó a los ejecutivos de la compañía sobre el futuro de una de las propiedades adyacentes a Red Rock, Palms. El director financiero Stephen Cootey respondió que la compañía necesitará evaluar el rendimiento de sus propiedades reabiertas y la salud de la economía antes de decidir si reabrirá Palms.
El director general y presidente, Frank Fertitta III, intervino y agregó que la incertidumbre se extendía a las cuatro propiedades sin abrir en el estado.
“No sabemos si, o cuando, vamos a reabrir cualquiera de las propiedades cerradas”, añadió Fertitta. “Creemos que es demasiado pronto para tomar esa decisión en este momento”.
Un vocero de Red Rock se negó a hacer más comentarios.
Todas las opciones sobre la mesa
Red Rock Resorts posee y opera 10 propiedades principales y 10 casinos más pequeños en el Valle de Las Vegas, incluyendo Green Valley Ranch Resort, Palace Station, Boulder Station y los casinos de la marca Wildfire.
Nehme E. Abouzeid, presidente de la empresa consultora LaunchVegas LLC, dijo que la compañía probablemente estaba tratando de ser rentable al decidir cuál reabriría, sabiendo hacia qué propiedades gravitarían sus clientes después de la reapertura del 4 de junio.
“Sabemos que Palms fue un ambicioso intento de ir tras la multitud de turistas de alto nivel cerca del Strip”, comentó. “Los otros complejos cerrados se parecen al modelo de los locales de Station, pero son propiedades más antiguas”.
La compañía informó de una caída del 77.5 por ciento en los ingresos del segundo trimestre, pero agregó que sus propiedades reabiertas en Las Vegas habían tenido un buen rendimiento en el segundo trimestre, con un flujo de caja y márgenes más altos que el año anterior gracias a una estructura de costes racionalizada.
Fertitta dijo que la compañía ha estado “muy satisfecha” con los resultados de sus propiedades reabiertas y ha sido capaz de trasladar algunos de los ingresos típicamente obtenidos en los cuatro casinos cerrados a sus otras propiedades.
“Vamos a seguir tratando de obtener claridad para navegar por la situación para tomar decisiones bien informadas (sobre las reaperturas), pero estoy seguro de que cualquier decisión que tomemos será en el mejor interés del valor para los accionistas”, destacó Fertitta.
Los ingresos netos del operador de casinos fueron de 108.5 millones de dólares para el segundo trimestre, mientras que registró una pérdida neta de 118.4 millones de dólares.
Amanda Belarmino, profesora adjunta de la Facultad de Hospitalidad de la UNLV, dijo que empresas como Red Rock tendrán que tomar decisiones difíciles mientras navegan en un ambiente post-cierre y pre-vacuna.
“Este tipo de enfoque cauteloso (en las reaperturas) es el que tiene más sentido”, recalcó. “Todos los indicadores apuntan a una lenta recuperación de los viajes, lo que a su vez llevará a una lenta recuperación del desempleo local y de los ingresos disponibles para que los locales gasten en los casinos locales”.
Brendan Bussmann, director de asuntos gubernamentales de Global Market Advisors, enunció que los comentarios de Fertitta muestran lo devastadora que ha sido la pandemia para los operadores de Las Vegas.
“Estoy seguro de que todas las opciones están sobre la mesa”, aseveró. “Tienen que averiguar qué es lo mejor para la viabilidad a largo plazo de la empresa”.
Aún así, Bussmann dijo que los comentarios no significan necesariamente que la compañía esté buscando vender alguna de sus propiedades en este momento.
Un trimestre difícil
Cootey señaló que el segundo trimestre fue uno de los más desafiantes en la historia de la compañía de más de 40 años. Aún así, confirmó que está satisfecho con el desempeño de la compañía.
“El segundo trimestre refleja tanto la resistencia de nuestro modelo de negocio local como el impacto de las medidas decisivas que el equipo de gestión tomó durante el cierre”, explicó.
La compañía acreditó los costos racionalizados por sus mejores márgenes durante el trimestre.
Los recortes se realizaron mediante la reducción de los salarios de los altos ejecutivos, la suspensión del dividendo trimestral, el recorte de los servicios y la reducción de personal tanto a nivel de propiedad como corporativo, entre otras medidas.
La empresa fue una de las pocas en Las Vegas que mantuvo a sus empleados de tiempo completo en su nómina y en sus beneficios de salud durante gran parte del cierre, una medida que le costó a la empresa más de 72 millones de dólares, así como casi 40 millones de dólares a través del Coronavirus Aid, Relief, and Economic Security Act.
Aún así, la compañía tuvo que recortar un número significativo de puestos de trabajo. Fertitta señaló que su fuerza laboral se ha reducido a la mitad desde el comienzo de la crisis.
“La pandemia nos obligó a desafiar y repensar todo lo que hacemos”, explicó. “Esperemos que podamos avanzar y ser capaces de operar el negocio de una manera mucho más eficiente”.
Las acciones de Red Rock cerraron el martes en 4.7 por ciento a 12.24 dólares en la Nasdaq.