Tenía solo seis años. El asesinato de Cristopher Raymundo Márquez Alvarado, en Chihuahua, ha causado conmoción y repudio. Sus agresores, cinco en total y todos menores de edad, se encuentran detenidos ante el Ministerio Público de la entidad, sin embargo sólo se podrá ejercer acción penal contra dos, que tienen 15 años, ya que las otras tres, niñas de 11 y 13 años, son imputables por la edad.
Así lo explicó Rogelio Guzmán Holguín, Magistrado de la Sala de Menores Infractores del Supremo Tribunal de Justicia. A los dos procesados se les iniciará su audiencia la próxima semana y de ser declarados culpables, podrían alcanzar una pena de hasta 10 años en prisión.
La saña del crimen ha preocupado a las autoridades locales.
“Es un problema de descomposición social, no es un problema policíaco, es de pérdida de valores”, dijo el fiscal de la zona centro a medios locales, Sergio Almaraz Ortiz.
Los agresores se justificaron diciendo que “jugaban al secuestro” y por eso mataron a Cristopher. Tres de ellos, dos hombres y una mujer, eran primos de la víctima. Los otros dos adolescentes se juntaban con los hermanos desde hace tiempo y ya tenían antecedentes de destrozar vidrios y agredir casas, reportó la revista Proceso.
“Le quitaron los ojos, le partieron el labio, le rebanaron el cachete [mejilla] y le dieron hasta 27 puñaladas en la espalda”, aseguró Rita Isela Alvarado, tía de Cristopher.
La familia está llena de rabia e incredulidad. Las heridas del menor fueron tan severas que ni su madre, Tania Concepción Mora Alvarado, pudo ver su cuerpo.
“¿Cómo los van a soltar?, no es un perro que hayan agarrado así nomás, es un niño que mataron con saña”, declaró Tania Mora Alvarado, mamá de Cristopher.
Todo comenzó la tarde del jueves pasado. Los menores invitaron a jugar a Cristopher, muchos años menor que ellos. Él aceptó sin sospechar lo que le tenían preparado.
Juntos todos los chicos, primero caminaron por su barrio, la colonia Laderas de San Guillermo, una zona semirural a 1.8 millas de la zona urbana de Chihuahua. Luego se fueron alejando del poblado hasta que llegaron a los matorrales.
Una vez lejos de todos, empezaron su terrorifico “juego”. Primero lo amarraron, y luego le pusieron una vara en el cuello hasta que lo semi asfixiaron.
Cristopher cayó en segundos al suelo, entonces le arrojaron piedras y le pegaron con un palo lleno de espinas. Sin ser suficiente el sadismo con el que lo trataron, decidieron encajarle una navaja en la espalda. Más de 20 puñaladas recibió el pequeño Cristopher.
Pero para los agresores no era suficiente. Una vez que Cristopher estaba muerto, el grupo le sacó los ojos, luego arrastraron su cuerpo y lo enterraron en un arroyo seco. Pasaron 16 horas hasta que la familia reportó su desaparición.
La policía local comenzó las investigaciones. Decidieron entrevistar a los menores con los que fue visto por última vez Cristhoper y al sentirse acorralados, confesaron.
Cuando los agentes localizaron el cuerpo, lo sacaron de adentro de una bolsa de plástico: estaba ya en una avanzada descomposición.
Ahora, entre el dolor y impotencia, la familia de Cristopher exige justicia.
“Que esto no quede impune porque ellos eran cinco de 14, 15, mi niño de 6 años qué les podía hacer, lo ataron, lo acuchillaron, lo apalearon… es algo que no puedo concebir y como abuela pido justicia, que no los dejen libres”, aseguró a los medios locales Claudia Alvarado Martínez, la abuela de Cristopher.
Cristopher fue velado en la funeraria Nueva Luz. A sus familiares se les unieron amigos con pancartas, en donde sentenciaban los hechos: “¡No mataron a un perro! Es un niño”, “Que paguen los culpables aunque sean aniños”, “Que no los dejen libres, que paguen”, “No fue un juego, que paguen”, “Justicia para este angelito”, eran algunos de los reclamos.
Desde el 2006 México vive una intensa ola de violencia, sin embargo es la primera vez que se conoce un caso de este tipo.
Chihuahua fue territorio en disputa, entre el 2007 y el 2012, por los cárteles de Sinaloa y Juárez, una batalla que le costó la vida a más de 20 mil personas, según los datos oficiales.