CIUDAD DE MÉXICO — Las fuerzas de seguridad mexicanas detuvieron el jueves 5 de enero a Ovidio Guzmán López, uno de los hijos de Joaquín “El Chapo” Guzmán, en Sinaloa, bastión del cártel del mismo nombre, lo que desencadenó fuertes actos de violencia en diversos puntos del estado, el bloqueo de la capital, Culiacán, y un número indeterminado agentes heridos, según las autoridades.
El jefe del ejército mexicano, Luis Cresencio Sandoval, informó la captura de quien sólo identificó como “Ovidio N” en cumplimiento de las leyes mexicanas, pero confirmó que era parte de una de las facciones del cártel conocida como “Los menores”, en referencia a los hijos de “El Chapo”.
Ovidio dirigía junto a sus hermanos Iván Archivaldo y Alfredo una facción también conocida como “Los Chapitos” que adquirió relevancia tras la detención en el 2016 de “El Chapo”, actualmente cumpliendo cadena perpetua en Estados Unidos por narcotráfico.
Conocido como “El Ratón”, era buscado por las autoridades estadounidenses por cargos de distribución de cocaína, metanfetaminas y marihuana de México a ese país desde 2008 a 2018.
La detención tuvo lugar en vísperas de la visita del presidente Joe Biden a México y más de tres años después de una captura fallida que supuso una humillante derrota para las fuerzas armadas mexicanas.
Sandoval dijo que el operativo, fruto de seis meses de vigilancia e inteligencia, lo llevó a cabo la Guardia Nacional con apoyo “a distancia” del ejército. La Guardia detectó personal armado y vehículos blindados propios del crimen organizado y cuando se establecieron círculos de seguridad y se comenzaron a hacer inspecciones, las fuerzas armadas fueron agredidas.
Los efectivos militares respondieron a la agresión y fue después cuando identificaron al narcotraficante, agregó el general.
Sandoval no informó muertos ni de heridos en el operativo, pero Cristóbal Castañeda, secretario de Seguridad de Sinaloa, había indicado previamente que había siete policías estatales heridos y que también había lesionados entre las fuerzas armadas, aunque no precisó el número.
El general confirmó que la captura provocó que integrantes del cártel realizaran 19 bloqueos y agresiones armadas, entre las que destacó las que tuvieron lugar en el aeropuerto y la base aérea militar.
Según Mike Vigil, exjefe de operaciones de la agencia antidroga estadounidense, la DEA, se trata de una captura importante, aunque no mermará el tráfico de drogas hacia Estados Unidos. “Ovidio era muy activo en todas las actividades del cartel de Sinaloa” y a pesar de su primer intento de captura “nunca dejó el negocio especialmente en la producion de fentanilo”, explicó a The Associated Press.
Los expertos coinciden en que las riendas del cártel, que siguió operando a pesar del encarcelamiento de El Chapo, están en manos de Ismael “El Mayo” Zambada, cofundador de la organización criminal hace tres décadas.
Sin embargo, según Vigil, “los Chapitos estaban tomando control del cartel porque ‘El Mayo’ no está con buena salud” y temían que, si falleciera, la organización podría fragmentarse más.
Mientras tanto, Culiacán volvía a vivir una jornada de violencia y miedo.
Todos los accesos de la ciudad quedaron bloqueados y hubo fuertes actos de violencia, balaceras, quema de vehículos y despojos de automóviles que obligaron a las autoridades a pedir a todos los habitantes que se quedaran en sus casas. Todas las actividades se paralizaron, incluidos los vuelos.
“Estoy dentro de un hotel… Hace unas tres horas me quitaron mi carro”, explicó en Twitter el reportero sinaloense Marcos Vizcarra. Según contó, hombres armados entraron al hotel donde él se resguardó “y están amenazando a clientes para que les den sus llaves de carros… hay gritos y llantos”, agregó.
Las autoridades estatales informaron también de un conato de fuga en la cárcel local que, según la Secretaría de Seguridad estatal, fue controlado. También hubo violencia en otras ciudades del estado del Pacífico, tanto al norte como al sur de la capital.
Las imágenes trajeron a la memoria aquel fatídico 17 de octubre de 2019, el llamado “culiacanazo”, cuando la ciudad fue tomada por miembros del cártel de Sinaloa para liberar a Ovidio, que solo estuvo unas horas capturado.
El operativo de las fuerzas armadas de ese primer intento de captura acabó en una humillante derrota del ejército después de que los integrantes del cártel tomaron las calles fuertemente armados, sembraron el caos con tiroteos, tomaron de rehenes a militares y acabaron por forzar la liberación del hijo del capo, todo en sólo cuatro horas de terror. El presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que ordenó liberarlo para salvar vidas.