Durante casi cuatro años después de que Matthew Christensen fuera asesinado en la trastienda de una sucursal de Lee’s Discount Liquor, su compañera de trabajo ha sido perseguida por el recuerdo de esa noche.
Jamie Henderson, la supervisora de la tienda, estaba embarazada de seis meses en ese momento y Christensen alejó a los asaltantes de ella.
“Estaba aterrorizada”, confesó. “Cuando encontré a Matt tirado en la parte de atrás, me invadió un abrumador sentimiento de culpa el cual me guardé por mucho, mucho, mucho tiempo”.
Christensen, de 24 años, sabía que Henderson pudo haber abierto la caja fuerte de la tienda después de que el asesino exigiera acceso.
“Jamás dijo algo”, comentó ella.
Cuando Christensen no pudo abrir la caja fuerte, le dispararon cinco veces.
“Pude haber abierto la caja fuerte y no lo hice”, sollozó Henderson. “Estaba demasiado congelada por el miedo como para moverme de la caja registradora para decir algo. Me quedé ahí parada y lloré todo el tiempo, me hizo sentir como una cobarde, me hizo sentir culpable de que una buena persona perdiera la vida, defendiéndome a mí y a mi hijo nonato”.
El miércoles, los miembros del jurado condenaron a Ray Charles Brown, de 26 años, por el asesinato de Christensen, junto con otros ocho cargos.
“No había sonreído tanto en mucho tiempo”, expresó Henderson. “Esto es exactamente lo que esperábamos”.
La semana pasada, se presentó para escuchar cuatro días de testimonios, incluyendo el suyo propio, y argumentos en el juicio por el pistolero.
Escuchó su propia llamada al 911, se reprodujo en la sala y fue escuchada por el acusado.
“Nos acaban de robar a punta de pistola”, le informó a la operadora. “Necesito una ambulancia, por favor”.
Dentro de la tienda ubicada en 8785 W. Warm Springs Road, una piscina roja estaba cerca de la boca de Christensen, la parte trasera de su playera negra quedó empapada en sangre.
Henderson detalló que aún estaba despierto y respirando, pero que no podía hablar. Presionó una toalla seca contra una herida en su espalda, mientras se acurrucaba en su lado izquierdo, muriendo, ella trató de consolarlo.
“No es algo que se pueda olvidar”, agregó.
Nombró a su hijo, Benson James Matthew, que ahora tiene casi cuatro años, en honor a su “mejor amigo del trabajo”.
“Si le preguntas a mi hijo cómo se llama, siempre te dirá Benson Matthew James”, exclamó. “Siempre lo dice al revés. Medio conoce la historia, sabe que su segundo nombre es Matthew porque Matthew lo salvó y murió. A medida que crezca, quiero que conozca todos los detalles, porque quiero que sepa que Matt fue un héroe”.
El jueves, se espera que los fiscales le pidan al jurado que condene a Brown a muerte.