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Centro de Las Vegas trabaja en vacuna para COVID-19

El retorno a la normalidad podría depender del trabajo silencioso que se está llevando a cabo en lugares como el pequeño edificio de estuco gris al este del Strip.

Escondido en la parte trasera de un centro comercial de la Avenida Sahara, cerca de una iglesia, un spa y la casa de un indigente, el Wake Research-Clinical Research Center de Nevada está entre los sitios que llevan a cabo la fase final de las pruebas de una vacuna para prevenir el COVID-19.

El centro de Las Vegas es uno de los casi 100 centros de todo el país que participan en una prueba de una vacuna desarrollada por la empresa de biotecnología Moderna, con sede en Cambridge (Massachusetts), en colaboración con el National Institute of Allergy and Infectious Diseases, el organismo federal dirigido por el doctor Anthony Fauci que forma parte de los National Institutes of Health (NIH).

Esta prueba de vacuna es la primera que se lleva a cabo en el marco de la Operation Warp Speed, una iniciativa dirigida por el Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos para acelerar la fabricación y distribución de vacunas y tratamientos de COVID-19. Donde típicamente ha llevado una década desarrollar una vacuna efectiva, el objetivo aquí es hacerla disponible para fines de año.

“Es una investigación clínica sobre esteroides”, comentó el doctor Michael Levin, un pediatra de Henderson con dos décadas de experiencia en investigación clínica que está sirviendo como el investigador principal en el sitio de Las Vegas.

Vacuna o solución salina

El centro, que también ha sido aprovechado para llevar a cabo ensayos de otros medicamentos para prevenir y tratar la enfermedad causada por el nuevo coronavirus, está reclutando hasta 500 nevadenses para estar entre los 30 mil participantes de todo el país para recibir la vacuna de prueba o un placebo. Los participantes recibirán dos inyecciones, ya sea de la vacuna de prueba o de la solución salina, con 28 días de diferencia. Ni los participantes ni los investigadores del ensayo sabrán quién recibe la vacuna real.

Se pedirá a los participantes que proporcionen muestras de sangre y de hisopado nasal durante una evaluación inicial y muestras de sangre adicionales después de cada inyección y en varias ocasiones durante los próximos dos años, según los National Institutes of Health. Los científicos utilizarán las muestras de sangre para cuantificar la respuesta inmunológica.

Los investigadores llamarán a los participantes después de cada inyección para discutir cualquier síntoma, proporcionarán a los participantes un diario para registrar sus síntomas y un termómetro para lecturas de temperatura.

A los participantes sospechosos de tener COVID-19 se les pedirá que proporcionen una prueba de hisopo nasal para su análisis dentro de 72 horas. Si la prueba resulta positiva, se les dará seguimiento cercano y se les remitirá a atención médica si los síntomas empeoran, declararon los NIH en un comunicado de prensa.

Las primeras fases del ensayo ya han determinado que la vacuna es segura y que desencadena una respuesta inmunológica, según los NIH.

“La pregunta es, ¿será suficiente esa respuesta inmunológica para proteger a alguien en el exterior fuera de un entorno de laboratorio?, indicó Lavin. “¿Les irá peor o tendrán un caso más leve?”

El centro busca una muestra representativa de individuos, con al menos una cuarta parte en mayor riesgo de contraer COVID-19 por tener 65 años o más o tienen condiciones de salud subyacentes, explicó Levin. Sin embargo, los participantes no pueden estar gravemente enfermos. El centro busca no sólo a jubilados sino a trabajadores esenciales que puedan tener más probabilidades de entrar en contacto con personas con COVID-19.

En última instancia, la respuesta inmunológica de los participantes que reciben la vacuna de prueba se comparará con la de los participantes que reciben el placebo.

Las llamadas zonas calientes para COVID-19 (donde hay una mayor probabilidad de infección) tienen prioridad en los ensayos, según los NIH. Los seis centros de Wake Research de todo el país que están probando la vacuna de Moderna fueron identificados como zonas rojas de coronavirus, áreas que experimentan mayores tasas de transmisión de enfermedades identificadas en documentos internos preparados para el comando contra el coronavirus de la Casa Blanca.

De ratones y hombres

El centro de Las Vegas normalmente se dedica a probar una amplia gama de vacunas, medicamentos y tratamientos. Pero ahora, gran parte del trabajo del centro se centra en el COVID-19. El centro se está preparando para llevar a cabo tres ensayos adicionales de la vacuna COVID-19, aseveró Levin.

El centro también está listo para realizar un ensayo sobre un tratamiento para reducir la inflamación en pacientes con casos leves a moderados de COVID-19 que no requieren hospitalización. El tratamiento es un suplemento líquido destinado a prevenir una “tormenta de citoquinas”, una respuesta inflamatoria del sistema inmunológico tan severa que puede causar daño e incluso la muerte.

El centro también ha participado en el estudio de los dispositivos de prueba de COVID-19, incluyendo una prueba rápida similar a una prueba de embarazo casera.

También llevará a cabo dos ensayos separados de un único tratamiento para prevenir la nueva enfermedad: un estudio en personas que viven con alguien a quien se le ha diagnosticado la enfermedad, y otro en personas de primeros auxilios que, debido a su trabajo, tienen mayor riesgo de entrar en contacto con personas que están infectadas.

El tratamiento consiste en anticuerpos genéticos producidos en ratones a partir de proteínas humanas. Los anticuerpos pueden ser inyectados como la insulina.

“No es un gen de ratón, es lo que un humano haría contra el COVID”, comentó Levin.

El plasma con los anticuerpos de los pacientes que se han recuperado del coronavirus se está utilizando para tratar a los pacientes actuales, pero su suministro es limitado.

Todos estos enfoques pueden ser prometedores, pero Levin dijo que su mayor esperanza es una vacuna.

“Lo mejor sería una vacuna que funcione en todos”, señaló.

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