“La situación actual en la frontera sur (con miles de migrantes centroamericanos en busca de refugio en los Estados Unidos) me entristece y me enoja. El país que amo le está dando la espalda a mucha gente que huye de su tierra. La mayoría de nosotros -en este país- somos inmigrantes, de padres o abuelos inmigrantes”.
Así se expresó el diácono Thomas Roberts, presidente de Caridades Católicas del Sur de Nevada, que organizó el 22 de junio un festival para marcar el “Día del Refugiado”, establecido por la Organización de Naciones Unidas para informar a la gente sobre este segmento de la población mundial que sigue aumentando.
“Este no es un asunto de republicanos o demócratas, de blancos o negros, es acerca de los hijos de Dios, de diversas razas y culturas, que juntos somos más fuertes, eso es lo que celebramos y queremos que la gente entienda”, expresó.
Roberts habló de manera breve con este semanario en el “Bevan Hall”, de la parroquia “Our Lady of Las Vegas”, mientras se celebraba un festival con comida, música, rifas, reconocimientos y mucha información de unos 30 puestos de agencias como el Servicio de Migración y Ciudadanía, la Policía Metropolitana, la Cruz Roja, el Distrito Escolar; diversas empresas de la salud y el bienestar, así como iglesias.
El programa de refugiados de Caridades Católicas ayuda a los recién llegados- que por lo general están estresados y temerosos— a que se asimilen, aprendan inglés, encuentren empleo, y se hagan autosuficientes lo más pronto posible.
Lamentablemente –siguió hablando el diácono Roberts— la cantidad de personas necesitadas que regularmente atiende Caridades Católicas ha bajado mucho, porque los fondos federales se han recortado. Esto nos parte el corazón pues hay gente necesitada y no la podemos ayudar.
En la celebración presentaron a dos de ellos sobresalientes: Michael Pérez y Nuro Ismail.
Milan Devetak, director del Programa de Refugiados, de Caridades Católicas, en breve plática con este semanario dijo que desafortunadamente ha bajado la cantidad de personas a las que ayudan.
En el año fiscal que empezó en octubre del 2017 y terminará el próximo septiembre, su programa atiende a cerca de 100, a los que se suman otros 100 que atiende el African Community Center, y hay más migrantes elegibles que en total serían unos 400 en la categoría de refugiados en Las Vegas.
Sobre refugiados de origen latinoamericano Devetak respondió que la mayoría de éstos son cubanos, y además tienen a unos 15 menores centroamericanos que están en proceso de reunificación familiar.
Ese día, aunque casi todos comían pupusas, este semanario no pudo encontrar a algún centroamericano para conocer su historia. Pero unos cubanos sí platicaron algo. Velentín es cinta negra en Taekwondo y próximo a cumplir 69 años. Llegó de La Habana hace 4 años y ahora da clases de artes marciales. Sin dar su nombre, otro cubano de 60 años encontró la felicidad en LV; es cocinero y al igual que Velentín también “salió de Cuba por la represión y la miseria que aqueja a la mayoría” de la población.
Según la Agencia para los Refugiados, de la ONU, en el 2017 se contaron 68.5 millones de personas desplazadas de sus patrias, por pobreza, violencia, guerras y diversos factores. De esa cantidad 25.4 millones son refugiados de los que la ONU tiene conocimiento. También en el 2017 se contaron 3 millones 100 mil personas –la mitad menores de 18 años— buscando asilo fuera de sus países de origen.