77°F
weather icon Partly Cloudy

“Casi matan a mi hijo”, dice madre de estudiante agredido en escuela

Para muchas madres, enviar a su hijo a la escuela por las mañanas, es lo más normal; pero para una madre hispana local (a la que se identificará como “María”, para proteger su privacidad e identidad) lo que menos se imaginó es que, en el lugar a donde lo envío para obtener una educación sólida, es el mismo lugar en donde casi le quitan la vida. Es el más pequeño de su familia.

Una mañana de diciembre, María se despidió -como siempre- de su hijo (a quien se nombrará “Lalito” por respeto a su edad e identidad) y le dio un abrazo al sentirlo algo tenso, Lalito simplemente le respondió: nada estoy bien. María sentía a su hijo algo tengo y entonces siendo una familia muy religiosa se puso a orar junto con su hijo.

No pasaron ni 40 minutos desde que Lalito se había ido a la escuela, una preparatoria que se encuentra en el noroeste de la ciudad, cuando su madre recibió una de las peores llamadas de su vida. Le dijeron que hubo una pelea y que su hijo iba en la ambulancia muy grave debatiéndose entre la vida y la muerte. Lo habían apuñalado nueve veces, tenía heridas en el oído, en el estómago, sus pulmones, manos, espalda y una de las heridas, de las más fuertes, en la yugular.

En ese momento, la señora María sabía que solo Dios le podía salvar la vida a su hijo. Después de una larga operación, Lalito fue reportado estable y a la primera que pidió ver fue a su madre. Al entrar a verlo, Lalito le pidió perdón por preocuparla; pero su madre de inmediato le dijo que él no tenía que disculparse. Al preguntarle María a su hijo si conocía al agresor, porque fue un ataque muy grave, Lalito dijo que lo había visto en la escuela, pero no lo conocía. Según María la novia de Lalito sí lo conocía, pero hasta el momento las razones exactas sobre el ataque se desconocen.

Lalito ahora tiene 17 años y cursa el último año en la escuela preparatoria. El joven tuvo que quedarse en el hospital para su recuperación por casi dos semanas. Afortunadamente las heridas físicas están sanando, pero las que quedan todavía son las emocionales.

Según María, su hijo ya perdonó a su agresor y aunque han sido unos meses muy difíciles para la familia, durante la recuperación hubo noches que él se despertaba gritando de pánico, pero dijo que con la unión familiar y la fe a Dios poco a poco lo han ido superando.

Por otra parte, el joven agresor de tan solo 15 años, ya tuvo su sentencia final, no será acusado como adulto y -según el juez- espera que el agresor pueda aprovechar la rehabilitación que ofrece el sistema de menores. “Él se declaró culpable de un delito grave de agresión con un arma mortal y estará en la Correccional (división de Servicios para Niños y Familias) que incluyen el Centro Juvenil Summit View, el Centro Juvenil Caliente o el Centro de Capacitación Juvenil de Nevada”, dijo María, agregando que “cuando el joven sea elegible para la libertad condicional, el juez dijo que la corte consideraría un programa de tutoría”.

Algo que la señora no cree justo. Ella argumenta que las lesiones a su hijo pudieron quitarle la vida y seis meses no son suficientes, además ese joven es un riesgo para la sociedad. Pero a pesar de eso, María ya perdonó al atacante de su hijo porque, según ella, Dios es el único que lo puede juzgar.

María sabe que recientemente la violencia en las escuelas continúa incrementando, es por eso que ella pide que los padres hablen con sus hijos, que les inculquen la religión, que exista comunicación con los padres, pero ella cree que entre lo más importante es que en las escuelas regresen la oración.

La madre de Lalito también mencionó que, en su opinión, en estos momentos la mayoría de las escuelas locales están llenas de prostitución, sexo y drogas; y es importante que los padres hablen con sus hijos sobre eso.

LO ÚLTIMO