CIUDAD DE MÉXICO.- La captura con fines de extradición del narcotraficante Rafael Caro Quintero, uno de los prófugos más buscados por Estados Unidos por la tortura y muerte de un agente de la DEA en 1985, fue fruto del trabajo de la inteligencia mexicana, que lo ubicó y lo detuvo, y demuestra que México ya no protege a criminales, dijo el lunes 18 de julio de 2022 el presidente Andrés Manuel López Obrador.
“Si hay una orden de aprehensión se tiene que ejecutar y si se pide apoyo al gobierno (mexicano) se ejecuta, sea quien sea, es un asunto de rutina, no hace falta que (las fuerzas armadas) me consulten”, afirmó el mandatario en su conferencia de prensa diaria.
“¿No lo ubicó la DEA y le dijo a la Marina?”, preguntó una reportera. “No”, contestó tajante. “Y mucho menos elementos (extranjeros), ya no es como antes”. Agregó que fue un trabajo de inteligencia de la Secretaría de Marina que llevó a cabo “toda la investigación y la aprehensión”.
Caro Quintero, de 69 años, fue capturado el viernes 15 en la montaña en su estado natal, Sinaloa, en un operativo de la Marina y la Fiscalía Federal. Catorce marinos que participaban en labores de resguardo de la operación murieron al desplomarse su helicóptero por causas que todavía se investigan.
El capo era buscado por Estados Unidos desde que en 2013 fue liberado de una cárcel mexicana por un aparente error judicial después pasar casi tres décadas encarcelado por el asesinato de un agente de la DEA, Enrique “Kiki” Camarena, y de un piloto mexicano, un fallo que se revirtió después pero que indignó a Washington y tensó las relaciones entre ambos países.
La actividad de agentes estadounidenses en territorio mexicano siempre ha sido un tema espinoso entre los dos países y la relación de la DEA y el gobierno de López Obrador se tensó hace más de un año con la aprobación de una ley que limitaba sus operaciones.
Sin embargo, la captura de Caro Quintero fue celebrada por altos funcionarios del país vecino y Anne Milgram, titular de la DEA, dijo que era fruto del trabajo conjunto, aunque desde la embajada en México se aclaró después de que no hubo personal participando en el operativo táctico.
López Obrador reconoció que existe cooperación regular entre los dos países y que las autoridades estadounidenses participan “cuando se requiere”, por ejemplo, con drones, pero aclaró que este no fue el caso.
El proceso legal de extradición de Caro Quintero inició el sábado 16 cuando le notificaron su situación jurídica y los cargos en su contra, delincuencia organizada, asociación delictuosa y secuestro y homicidio de un funcionario estadounidense.
Ese mismo día, sus abogados presentaron los primeros amparos, indicó el presidente.
Estados Unidos ya dijo que intentaría una extradición de manera inmediata pero el proceso legal puede llevar meses.
Caro Quintero era considerado uno de los padrinos del narcotráfico mexicano y aunque las autoridades dicen que había vuelto a la vida delictiva no tenía el mismo poder que en las décadas de los 70 y los 80, cuando era uno de los principales traficantes de drogas a Estados Unidos.