Al COVID-19 se le puede sumar otro peligro este verano, el calor, haciendo a las personas vulnerables más susceptibles a las enfermedades y a la muerte.
Las comunidades sin acceso a aire acondicionado pueden verse obligadas a elegir entre la exposición al calor o la exposición al coronavirus en espacios públicos frescos como centros comerciales, edificios de oficinas, teatros y estaciones de refrigeración.
Y con muchos de esos espacios cerrados ahora, las opciones para el alivio del calor son limitadas. Además, la pérdida de ingresos para muchos deja menos opciones para el transporte y la capacidad de pagar las cuentas de servicios públicos.
El temor a la exposición puede impedir que la gente busque la ayuda que necesita para evitar enfermedades relacionadas con el calor, mencionó el forense del Condado Clark, John Fudenberg.
“Ahora es el momento de cuidar a los seres queridos que sean ancianos o que sean parte de una población vulnerable, y asegurarse de que su aire acondicionado funciona, que se mantengan hidratados y que se está cuidando a las personas más necesitadas”, añadió. “Me preocupa mucho que podamos tener más muertes relacionadas con el calor”.
Las alertas por exceso de calor estarán vigentes en Las Vegas desde el sábado por la mañana hasta el lunes por la noche. Se espera que las temperaturas excedan los 110 grados. La tasa de positividad de COVID-19 en Nevada también sigue aumentando.
El calor seco del desierto de Nevada y la baja humedad son peligrosos debido a la rápida pérdida de agua del cuerpo por el exceso de sudor, que causa deshidratación.
Esto puede conducir a padecimientos relacionados con el calor como el agotamiento, insolación, calambres y sarpullido. Si no se tratan rápidamente, el agotamiento por calor y la insolación pueden provocar la muerte. El calor también puede empeorar las condiciones de salud subyacentes, como las enfermedades cardiovasculares o respiratorias.
Hubo 437 muertes relacionadas con el calor en Las Vegas entre 2007 y 2016, según un estudio realizado en 2019 por el Instituto de Investigación del Desierto. Hubo más de 123 muertes relacionadas con el calor en el Condado Clark en 2017, según el Distrito de Salud del Sur de Nevada.
Sin embargo, esas cifras podrían ser una subestimación flagrante, según un nuevo estudio.
Los autores de un nuevo estudio en el Journal of Environmental Epideology sugieren que el número de muertes causadas por el calor cada año en Estados Unidos llega a los miles, no a los cientos como se pensaba anteriormente. Esto es probable debido al hecho de que a veces es difícil decir cuándo el calor complica una condición previamente existente, conduciendo a la muerte.
Los investigadores examinaron los datos históricos de 297 condados de todo el país del Centro Nacional de Estadísticas de Salud.
La autora principal, Kate Weinberger, dijo que el coronavirus añade una preocupación. “Un elemento clave de la respuesta de la salud pública al calor en muchas comunidades es abrir espacios accesibles al público y con aire acondicionado en días extremadamente calurosos. Sin embargo, estos espacios (que son particularmente importantes para los individuos que no cuentan con aire acondicionado en sus casas) pueden proporcionar un ambiente propicio para la transmisión de COVID-19”.
Patrick Foley, asistente del jefe de bomberos del Condado Clark, indicó que cree que Las Vegas puede manejar la crisis de COVID-19 más fácilmente que la crisis de calor.
“Si tienes que ir a un lugar que está congestionado de gente, tú como persona puedes tomar precauciones usando un cubrebocas, tratando de distanciarte socialmente, teniendo disponible un desinfectante de manos y lavando tus manos”.
Entre los signos de padecimientos por calor se encuentran sentirse enfermo, mareado, calambres musculares, sed extrema, aumento de la frecuencia cardiaca, náuseas o vómitos, detalló Foley.
A principios de este año, el Condado Clark promovió cuatro estaciones de enfriamiento en respuesta al calor de tres dígitos en el valle de Las Vegas.
Las estaciones están destinadas a complementar los espacios públicos existentes a los que la gente puede acudir para refugiarse del calor.
Arnold Stalk, fundador de una de las estaciones, Share Village, describió que son una estación de hidratación y nutrición que opera las 24 horas del día y que está abierta todo el año, incluso cuando no se anuncia por el condado.
“Si tienes hambre, necesitas agua, un trabajo, atención médica y/o vivienda, llámanos. Si no podemos ofrecértelos, te dirigimos con los que sí tienen”, aseveró.
Los nuevos protocolos de coronavirus están en marcha. Para pasar tiempo en Share Village y en otras estaciones, los residentes del valle deben portar cubrebocas y respetar las medidas de distanciamiento social.
Desde que comenzó la pandemia, Share Village ha visto un aumento del 500 por ciento en la distribución de recursos, reveló Stalk, incluyendo la provisión de un espacio para escapar del calor. La demanda de alimentos es tan alta ahora que los recursos deben ser almacenados en la sala multiusos que también actúa como centro de refrigeración, reduciendo el espacio para aquellos que necesitan distanciarse socialmente de manera adecuada mientras se refrescan.
Las Vegas, una isla de calor urbano
Las Vegas es una de las muchas ciudades del suroeste que son islas de calor urbano. El hormigón, el asfalto y las necesidades de aire acondicionado pueden hacer que Las Vegas sea más caliente que las zonas rurales circundantes.
Ladd Keith, profesor asistente de la Universidad de Arizona, dijo: “Sabemos del efecto de isla de calor urbano desde 1818. No ha sido hasta recientemente que las ciudades han comenzado a tomar un papel activo en el pensamiento de cómo pueden planear y diseñar de manera diferente para mitigar las necesidades”.
“Incluso necesitamos estaciones de refrigeración, es la admisión de que no tenemos viviendas de calidad para la mayoría de nuestra población”, señaló Keith, quien trabajó en la investigación de las islas de calor para el Urban Land Institute.
Un pronosticador de alto nivel del Servicio Meteorológico Nacional de Las Vegas comentó que la mayor diferencia de temperatura causada por el efecto de isla de calor urbana es por la noche. Clay Morgan añadió que el estrés por calor es acumulativo de un día para otro si una persona no puede refrescarse por la noche.
“Si tienes una tarde de 110 grados, seguida de, digamos, una noche de 85 o incluso 90 grados como las que tenemos en Las Vegas en algún momento durante las olas de calor, entonces tu cuerpo sigue cargando con el estrés del día anterior y ese segundo día de 110 puede hacer mucho más daño”, detalló Morgan.
Durante el verano, la temperatura nocturna en la ciudad es de 74.6 grados en junio, 80.9 en julio y 79.3 en agosto.
En la zona más rural de Pahrump, las temperaturas bajas son de 62.6 en junio, 69.5 en julio y 67.4 en agosto.
La protección de los ciudadanos vulnerables contra el calor será importante, ya que el año 2020 está en camino de ser uno de los años más calurosos de los que se tiene constancia, según un informe técnico de la Red Mundial de Información sobre el Calor.
Las mascotas y los niños no deben ser dejados sin vigilancia en los vehículos.
Estaciones para refrescarse
Para refugiarse del calor, puedes visitar una de estas estaciones para refrescarte:
■ SHARE Village Las Vegas, 50 N. 21st St., abierto las 24 horas del día, 702-222-1680. La instalación cuenta con una despensa de alimentos abierta de 8 a 9 a.m. y de 10 a.m. al mediodía. Share Village puede acomodar hasta 10 personas en su área de descanso, seis personas en su sala multiusos y muchas más en su área de patio cubierto. Las personas que buscan refugio pueden quedarse todo el tiempo que necesiten.
■ Henderson Downtown Recreation Center, 105 W. Basic Road, 702-267-4040, abierto de 11 a.m. a 6 p.m. Con medidas de distanciamiento social, el centro puede alojar hasta 65 personas. Todos son bienvenidos a quedarse el tiempo que necesiten durante las horas de operación.
■ The Salvation Army Mesquite, 742 Pioneer Blvd., Suite D, 702-345-5116, abierto de 8 a.m. a 3 p.m. La instalación puede acomodar hasta seis personas en su centro de reposo. Aquellos que necesiten ayuda pueden quedarse mientras estén abiertos.