ENGLEWOOD, Colorado – Los líderes de la industria aeronáutica que asistieron a la 23° Cumbre “Boyd Group International Aviation Forecast Summit” vislumbraron el futuro el sábado: Boom Supersonic presentó un modelo de avión de prueba que se espera conduzca al regreso de un viaje intercontinental rápido.
Y el jefe de Boyd Group, el experto en aviación Mike Boyd, con sede en Colorado, cree que el avión podría cambiar drásticamente el servicio de transporte en Las Vegas.
“Una gran parte de ellos (los visitantes de Las Vegas) vienen a gastar mucho dinero”, describió Boyd. “¿Crees que MGM Grand o Wynn no querrían alquilar un avión como este para sus grandes apostadores? En un segundo de Nueva York”.
Blake Scholl, quien diseñó el avión y fundó Boom en septiembre de 2014, afirmó que su avión podría volar desde Washington a Londres en 3 horas y media, en lugar de las más de siete horas que lleva actualmente. Un viaje de San Francisco a Hawai tomaría 2 horas y media en lugar de cinco. Un vuelo de Sydney a Los Ángeles podría completarse en poco menos de siete horas en lugar de justo por debajo de 15.
La premisa de Scholl para el avión de 55 pasajeros que espera despegar en 2025 es “eliminar las barreras para experimentar el planeta” al transportar personas en la mitad del tiempo que lleva actualmente.
Baby boom
En un hangar en el Aeropuerto Centennial, en los suburbios de Denver, las primeras llegadas para la conferencia Boyd de dos días vieron un modelo del XB-1, el primer jet supersónico desarrollado independientemente, y el avión civil más rápido de la historia.
Boom asegura que su avión volará en Mach 2.2 (mil 451 mph) con una cabina de clase ejecutiva donde cada asiento tiene una ventana grande y se encuentra al lado del pasillo central.
Scholl mencionó que el XB-1, conocido por los empleados de la compañía como “Baby Boom”, es un vehículo de prueba de dos asientos que permitirá a la compañía refinar su diseño de avión, asegurando un avión de pasajeros que sea eficiente, confiable y seguro.
Partes del avión se fabrican con materiales compuestos de carbono livianos en San Diego y se transportan a Denver para su ensamblaje en el hangar de Boom en el Aeropuerto Centennial.
Scholl comentó que Baby Boom volaría a fines del próximo año. Los inversores ya han invertido $41 millones para completar el diseño y la construcción del XB-1, con Virgin Atlantic y Japan Airlines de Richard Branson entre las primeras en invertir.
Japan Airlines puso 10 mdd en Boom y pre-ordenó 20 aviones. La compañía de viajes china Ctrip también ha invertido en Boom.
Las pruebas de vuelo se realizarán en el Puerto Mojave Air & Space en el sur de California, con pruebas de altura supersónico en un corredor de vuelo cerca de la Base Aérea Edwards.
Desafío de prohibición
Todavía hay muchos obstáculos por superar. Scholl dijo que se ha colocado una etiqueta de precio fijo de 200 mdd en cada avión. Un jet Boeing 777-300 se puede comprar por alrededor de 180 mdd, detalló.
También hay un problema político que superar. La Administración Federal de Aviación ha prohibido vuelos supersónicos en el espacio aéreo de los EE.UU. A menos que esa política cambie, los jets Boom tendrían que reducir la velocidad a velocidades subsónicas menos eficientes una vez que lleguen a una línea costera, y el mercado potencialmente competitivo a través del país no podría ser probado.
Boyd señaló que el temor está en el daño potencial creado por los estampidos sónicos, el ruido creado cuando un vehículo viaja más rápido que la velocidad del sonido.
Pero Scholl explicó que los diseños de ingeniería en el avión y el tamaño relativamente pequeño del vehículo minimizarían el sonido.
Otro ruido ambiental es más perturbador, agregó Boyd.
“Hoy, un Boeing 737, al acercarse a LaGuardia (Aeropuerto Internacional) sobre Jackson Heights hace más ruido que el estampido sónico de este avión”, anunció Boyd. “El camión de basura que pasa por su casa a las 6 a.m., hace más ruido. El problema es que cuando dices ‘boom sónico’, todos piensan que su porcelana de Limoges se va a volar”.