Los hogares de ancianos y los centros de vida asistida ahora representan más del 16 por ciento de las muertes reportadas por COVID-19 en Nevada, según nuevos datos publicados el lunes.
Los datos fueron publicados por el Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS, por su sigla en inglés) en su sitio web nvhealthresponse.nv.gov en una nueva herramienta de seguimiento para las instituciones estatales o reguladas. Hasta el lunes, se enlistaron 43 sitios en todo el estado que han sido afectados por el virus (33 en el Condado Clark, siete en el Condado Washoe, dos en Carson City y uno en el Condado White Pine).
El Centro de Salud Silver Hills en Las Vegas contaba con 52 casos confirmados de la enfermedad (más de cinco veces más que el viernes). Además de los 45 residentes y siete miembros del personal que dieron positivo en el hogar de ancianos, un residente murió.
Las instituciones que atienden a ancianos y a otros que corren mayor riesgo de contraer las infecciones más graves han sido duramente golpeadas por el virus de fácil propagación.
Según los primeros datos recopilados por los investigadores estatales, la falta de higiene en el lavado de manos se ha convertido en el factor número uno en la propagación de COVID-19 en las residencias de ancianos y otras instalaciones de atención comunitaria similares en Nevada.
Un problema nacional
Al menos ocho mil 496 muertes en todo el país se han vinculado a brotes en hogares de ancianos y centros de atención a largo plazo, según información de The Associated Press, que basó su cifra en los informes de los medios de comunicación locales y los departamentos de salud estatales.
El lunes, Seema Verma, directora de los Centros de Servicios de Medicare y Medicaid, describió los hogares como la zona cero de la crisis del coronavirus. Anunció planes para comenzar a rastrear y compartir públicamente información sobre infecciones y muertes en tales instalaciones para ayudar a detectar tendencias y signos tempranos de que el virus se está propagando en las comunidades.
En Nevada, los analistas del HHS, los funcionarios de cumplimiento y los epidemiólogos también están intentando usar los datos que han reunido “para identificar, controlar y contener la propagación de COVID-19 entre nuestros residentes más vulnerables que viven en centros de enfermería especializada y de vivienda asistida”, según un comunicado de prensa del equipo de respuesta del COVID-19 del estado.
La velocidad con la que el virus se ha estado propagando (las 26 muertes reportadas hasta ahora en los asilos del estado representan más del 16 por ciento del total estatal de 158 muertes) significa que deben tomar medidas rápidas si quieren detener el aumento en el número de víctimas.
La instalación más afectada en el estado es el Centro Willow Springs, un centro de hospitalización de comportamiento en Reno, con 58 casos (36 entre los residentes y 22 entre el personal). Un miembro del personal también falleció.
Lakeside Health & Wellness Suites en Reno, con 46 casos, ha tenido la mayor cantidad de muertes con siete (seis residentes y un miembro del personal), resultando en tres más de lo que originalmente habían reportado el viernes.
En el Centro de Salud y Rehabilitación Premier de Las Vegas, el número total de casos se duplicó el viernes a 40. Tres residentes han muerto.
En el Centro de Salud y Rehabilitación Horizon de Las Vegas, ha habido 66 casos, comparado con los 43 reportados el viernes. Dos residentes han muerto.
El número de casos en The Heights of Summerlin saltó de 13 a 33, con 25 residentes y ocho miembros del personal infectados. Dos residentes murieron.
El número de casos en Prestige Senior Living en Mira Loma de Henderson ha pasado de ocho a 15, con nueve residentes y seis empleados resultando positivos. Un residente ha muerto.
Los operadores de los hogares no respondieron inmediatamente a las peticiones de comentarios del Review-Journal el lunes.
Los ancianos están “aterrorizados”
B.J. Wright, director de participación comunitaria de DispatchHealth Urgent Care Las Vegas, que envía principalmente a enfermeras practicantes y asistentes médicos a las comunidades de ancianos para atenderlos, calificó de “perturbadora” la tasa de aumento de casos en estas instalaciones.
Mencionó que su empresa ha recibido unas mil llamadas más que el promedio desde que comenzó el brote de coronavirus en el estado, de personas mayores que están “aterrorizadas”.
“Los ancianos de estas comunidades se congregan, están indefensos. Necesitamos más pruebas, pruebas, pruebas”, agregó.
Aunque DispatchHealth no trata a los que están en hogares de ancianos, Wright señaló que los centros suelen tener poblaciones más grandes y más problemas médicos.
“En los asilos de ancianos, hay muchos asistentes médicos, de enfermería o cuidadores que tienen múltiples trabajos. Por lo tanto, podrían trabajar varios turnos en varios hogares, por lo que el potencial de propagación del virus es muy fuerte”, expuso.
“Creo que debemos cumplir con toda una lista de higiene: el lavado de manos, la higiene general, las limpiezas profundas en comedores (servidores y cocineros) y analizar a cualquiera que entre en su habitación”.