El bullying o acoso escolar, es la intimidación física o verbal del cual muchos niños y niñas –e incluso jóvenes- han sido víctimas dentro de las instituciones educativas. Por lo general, este problema es causado por uno o más instigadores, que en estos casos serían los propios compañeros de escuela.
Recientemente, El Tiempo recibió información sobre un caso de presunto acoso escolar que escaló a violencia física contra un niño de 11 años de edad. De acuerdo con el testimonio de los padres, el incidente aconteció en Greenspun Junior High School.
Por cuestiones de privacidad, el menor no será identificado por su nombre en este artículo.
“El 7 de mayo estaba en el trabajo, mi niño me llamó llorando por teléfono y me dijo que lo habían lastimado, no le pude entender muy bien. Ese día mi esposo Marco descansó y lo mandé a la escuela, le dije que por favor fuera porque le habían pegado a mi hijo”, dijo Karina Sánchez, madre del menor en cuestión.
Sánchez relató que cuando su esposo acudió a la escuela para solicitar información sobre el incidente, el decano (conocido en inglés como ‘dean’) no estaba informado sobre el caso en ese momento.
“Marco se enfureció más y les dijo ‘¿cómo puede ser que no se hayan enterado de algo así?’. Cuando llevan al niño a la oficina, le dice a su papá y al ‘dean’ que varias niñas lo golpearon a la misma vez. Una de ellas lo golpeó en el área de los genitales. Pero que la niña antes de golpearlo dijo ‘¿alguien me está mirando? Porque le voy a pegar’, y fue cuando le dio la patada en los testículos”, acotó Sánchez.
Los padres solicitaron a la escuela la resolución del caso para el día siguiente, pero Sánchez dijo que no recibieron información. El 8 de mayo, la madre llevó a su hijo al pediatra y al revisarlo confirmaron que el menor tenía una lesión en el área de los genitales, situación que le dificultaba caminar.
El Tiempo obtuvo el expediente médico de este caso, en el cual se confirma que hubo una lesión y que el niño fue encontrado con ansiedad. También se lee que se recomienda atención psicológica para el infante y que no asistiera a clases por algunos días.
“Para el 9 de mayo fui a la escuela. Me recibió la asistente de la principal y la consejera, les dije que estaba ahí por lo que había pasado con mi hijo. Ellas me dijeron que no sabían, me sentí como de ‘¿no hicieron nada o qué?’. Me enojé y pregunté dónde estaba el ‘dean’, ellas dijeron que estaba en una junta, que no sabían pero que iban a investigar”, comentó Sánchez.
La mujer informó a la escuela que tenía intención de poner cargos contra la persona responsable de haber agredido a su hijo. Posteriormente requirieron la presencia de la policía escolar y mientras esperaban su llegada, finalmente Sánchez dijo que pudo conversar con el decano.
“Le pregunté ‘¿qué hicieron al respecto sobre lo que habló mi esposo con ustedes?’. Su respuesta fue que hablaron con la niña, le preguntaron si le había pegado a mi hijo y ella dijo que no, pero cuando le enseñaron las cámaras (de vigilancia) tuvo que decir que sí, todo estaba grabado”, narró la madre.
Otra de las inquietudes que Sánchez compartió con este semanario es que en su opinión, las declaraciones de las autoridades escolares no concuerdan con el relato de su hijo, ya que asegura que el menor mencionó que fue más de una persona quien lo agredió. La madre del afectado no puede ver el video debido a la privacidad del resto de los estudiantes.
“Cuando me llama la policía para explicarme lo que había visto en el video, es una historia diferente a lo que me dijo el ‘dean’. Siento como que dos personas vieron lo mismo y me están diciendo cosas diferentes. Ahora que ya estoy viendo bien al niño, tiene moretones detrás de las piernas y de los brazos, le pregunté a él si alguien más le había pegado y dijo que sí, que él estaba parado y se acercaron otras niñas alrededor a pegarle con manos y pies. Los moretones si concuerdan con lo que me dice el niño. La policía dice que no, que solo una niña lo tocó y fue la que le pegó en los testículos”, relató Sánchez.
Los padres afirmaron que decidieron ventilar el caso para tratar de que este tipo de problemas no sigan ocurriendo en las escuelas.
– Respuesta del CCSD
El Tiempo solicitó una entrevista con algún representante del Distrito Escolar del Condado Clark (CCSD, por sus siglas en inglés) para abordar este caso y conocer el protocolo a seguir en situaciones de acoso escolar. No obstante, el CCSD solamente envió la siguiente declaración a través de su oficina de comunicación.
“La administración escolar está al tanto del asunto y tomó este incidente en serio. CCSD investiga cada caso reportado de acoso escolar y toma las medidas apropiadas si es necesario. No podemos discutir asuntos disciplinarios de estudiantes individuales debido a las leyes de privacidad. Sin embargo, en general, los estudiantes pueden enfrentar una acción disciplinaria administrativa en la escuela o ser remitidos a la policía para un posible procesamiento penal, dependiendo de la gravedad del asunto”.
– ¿Cómo resolver estos casos?
Para brindar recursos a los padres de familia en este tipo de situaciones, este medio de comunicación contactó a la terapeuta de salud mental, Margarita Romano, quien comentó que “es muy importante que los padres de familia tengan comunicación abierta con sus hijos, para que puedan platicarles cuando algo les está pasando. Cuando lo están acosando verbal y emocionalmente es importante que el reporte se haga a la escuela inmediatamente, si la escuela no toma cartas en el asunto, se tiene que hacer un reporte a un nivel más alto. Hay un lugar que se llama Safe Voice, ellos se encargan de ayudar a los padres de familia cuyas escuelas no han podido resolverles el asunto”.
Romano aseguró que es importante hacer el reporte por escrito para que quede constancia de que se está pidiendo ayuda para hacer un plan de acción en la escuela. Si el acoso escala a agresión física es recomendable hacer un reporte ante la policía escolar.
“Ninguna persona tiene porque sufrir golpes o maltratos, no hay ninguna razón para que eso pase y la ley protege a cualquier persona. Es importante que los papás hagan un reporte a la policía junto con el reporte médico y a la misma vez que reciba atención psicológica”, acotó Romano.
Específicamente sobre el caso del menor en cuestión, la señora Sánchez dijo que su hijo le pidió ya no ir a la escuela, pero ella no sabe qué hacer, ya que está consciente que debe prepararlo para defenderse por sí mismo.
Al respecto, la terapeuta de salud mental explicó que “cada caso es diferente, el plan de acción debe ser individualizado. En algunos niños recomendaría que se le permita tener un periodo de ajuste. Si la crisis que la víctima sufrió fue muy severa, sugiero ese periodo de ajuste (permanecer en casa), para que pueda tomar un tiempo de prepararse y darles las herramientas. No podemos ‘mandarlo a la guerra sin armas’, tenemos que darle el apoyo psicológico que necesita para estar listo”.
La especialista añadió que cuando un niño es el instigador, también debe recibir atención psicológica para poder determinar qué es lo que le pasa y porqué desquita su enojo con otras personas. Sobre todo es importante inculcarle la empatía.
“Ser víctima o ser victimario es cosa seria, esto puede crecer después a algo más grave, es importante atenderlo a tiempo”, sentenció Romano y concluyó recomendándole a los padres de familia mantener la calma para poder tomar las decisiones oportunas.
Para reportar un caso y recibir asesoría, visite:
www.ccsd.net/students/safevoice
Para casos de estudiantes especiales, visite:
www.nvpep.org
Contacte a Anthony Avellaneda en: aavellaneda@espanol.reviewjournal.com, o siga la cuenta de Twitter de El Tiempo: @eltiempolv.