Un grupo de tres allegados de los 43 estudiantes que desaparecieron en México en septiembre pidieron este martes 6 en Washington que Estados Unidos limite su asistencia en seguridad al gobierno mexicano, a la que responsabilizan del auge de la violencia.
De pie frente a la Casa Blanca, los manifestantes pidieron al presidente Barack Obama dejar de enviar recursos a México “porque ese dinero está entrenando a policías (municipales), federales y militares para desaparecer gente y matando gente”, dijo Clemente Rodríguez, padre de uno de los desaparecidos.
El plan Mérida, una iniciativa lanzada en 2006 con el apoyo de Washington para luchar contra el crimen organizado, debe tener “ciertos candados” para controlar el uso de los recursos, señaló Felipe de la Cruz, portavoz de los familiares.
“No más armas, no más equipos bélicos para que el gobierno de México, coludido con la delincuencia organizada pueda reprimir a todos aquellos que protestan y exigen la verdad y la justicia para castigar a los culpables de este crimen”, añadió de la Cruz.