Fiscales del Condado de Clark presentaron el miércoles cargos de asesinato en segundo grado contra dos hombres acusados de conducir bajo la influencia de sustancias (DUI, por su sigla en inglés) en los recientes choques en los cuales murieron tres personas.
Aaron Kruse, de 24 años, de Las Vegas, está acusado de causar un accidente el sábado que dejó dos personas muertas. Kevin Raspperry, de 35 años, de Henderson, está acusado de causar un choque de siete vehículos el 27 de octubre que dejó muerto a un hombre de 65 años.
Ambos inicialmente enfrentaron cargos de DUI que resultaron en muerte y conducción imprudente.
El fiscal de distrito, Steve Wolfson, indicó en una conferencia de prensa que cada uno de ellos enfrentan los cargos modificados después de que los fiscales analizaron pruebas y determinaron que las acciones de los acusados fueron tan imprudentes que justifican los cargos de asesinato.
Los abogados de defensa del Valle de Las Vegas, sin embargo, declararon el miércoles que los cargos de asesinato contra los acusados de conducir ebrios no se sostendrán en la corte. Declararon que la ley de Nevada establece la acusación y el castigo por choques de DUI que resultan en lesiones graves o muerte.
“Lo que el fiscal de distrito está haciendo es crear su propia ley”, criticó el abogado John Watkins, quien regularmente defiende a los acusados de DUI.
Craig Mueller, quien representa a Raspperry, añadió que espera que el cargo de asesinato contra su cliente sea retirado.
“La ley dicta que cuando se tiene un estatuto específico, éste tiene prioridad sobre el derecho consuetudinario”, detalló Mueller. “Esta teoría de la responsabilidad ha sido rechazada específicamente en Nevada”.
Watkins expuso que la práctica de acusar de asesinato a los sospechosos de conducir bajo los efectos del alcohol es “una nueva tendencia”.
“Estoy completamente consciente de lo que están tratando de hacer, y es algo impropio e ilegal”, juzgó.
Casos anteriores
La práctica, sin embargo, no está exenta de precedentes en el sur de Nevada.
En mayo de 2017, Ronald Leavell, entonces de 47 años, se convirtió en el primer procesado de DUI acusado de asesinato en segundo grado en el Condado de Clark. Se le acusó de conducir bajo los efectos de la marihuana y de causar un accidente que dejó un padre de 26 años de edad con dos hijos muertos.
Los registros de la corte en línea indican que la fecha del juicio de Leavell está fijada para el 2 de diciembre.
En septiembre de 2018, Aylin Alderette, entonces de 25 años, fue acusada de asesinato en segundo grado después de que un choque provocado por ella mató a un niño de ocho años.
Alderette se declaró culpable de asesinato en segundo grado y de conducir bajo los efectos del alcohol. Fue sentenciada a por lo menos 26 años de prisión.
“Tienes opciones”
Wolfson, flanqueado por el Alguacil del Condado de Clark, Joe Lombardo, durante la conferencia de prensa del miércoles, comentó que Raspperry tuvo dos condenas por DUI.
“También conducía con una licencia de conducir vencida”, dio a conocer Wolfson. “No debió haber estado conduciendo”.
Wolfson destacó que Raspperry contenía un nivel de alcohol en la sangre de 0.20, dos veces y media del límite legal de 0.08 en Nevada. Raspperry también tenía metanfetamina, éxtasis y marihuana en su sistema, y conducía a 85 mph antes del accidente, señaló Wolfson.
Se ordenó retener a Raspperry con una fianza de 100 mil dólares. Tiene una comparecencia para el viernes por la mañana.
Wolfson dijo que las autoridades creen que Kruse estaba manejando a 115 mph al momento del accidente del sábado y que también tenía un nivel de alcohol en la sangre de 0.20.
Según un informe de arresto del Departamento de Policía Metropolitana, Kruse admitió que había bebido cerveza en celebración por el cumpleaños de un amigo antes de subir a su auto y conducir.
Kruse se lamentó en la corte durante los procedimientos del miércoles que reafirmaron la fianza de 250 mil dólares. Una audiencia preliminar está fijada para el 26 de noviembre.
“Escucha atentamente mis palabras”, le ordenó Wolfson en la conferencia. “Tenías opciones, conseguir un conductor designado, llamar a un amigo, llamar a un miembro de tu familia, llamar a un Uber o un Lyft, ¿o qué tal si solamente no bebías esa noche porque no iba a valer la pena?”