Cuando agentes de la Policía de Henderson fueron a arrestar a su casa a Martin Gillen acusado de lascivia con un menor, el ofensor sexual ya registrado se apuñaló su propia garganta diciendo que no quería regresar a prisión, según información de los fiscales.
Según Dena Rinetti, de la Procuraduría de Distrito, Martin Gillen, de 43 años de edad, había estado trabajando como un maestro de casa, mediante la iglesia mormona, cuando fue acusado de cuidar una niña de 10 años de edad en su hogar.
La fiscalía anunció que Gillén ha sido indiciado con cuatro cargos más: rapto en primer grado; abuso infantil; negligencia, y aprovecharse de un menor para producir pornografía, y robo.
De ser encontrado culpable, Gillen enfrenta una sentencia de prisión de por vida sin posibilidad de libertad condicional.
El abogado de Guillen, Robert Draskovich, dijo no estar al tanto de la conexión de su defendido con la iglesia mormona. “Él mantiene su inocencia. Enfrentaremos al jurado mediante mociones previas al juicio”, dijo el abogado.
De acuerdo con la fiscalía, en el 2002 Guillen fue convicto de asalto sexual con un menor y fue sentenciado a prisión por ocho años. Tres años antes estuvo trabajando como gerente en una pista de patinaje en el estado de Colorado. Entonces un empleado de 16 años de edad encontró a Gillen en un baño de la empresa tomando fotos a una niña, de seis años, desnuda de la cintura para abajo.
La niña dijo a autoridades que había sido molestada en varias ocasiones. Su padre trabajó como réferi en la pista y Gillen había dado golosinas a la niña.
Según informó la fiscalía, después de ser liberado de prisión Gillen se mudó al valle de Las Vegas. Através de la iglesia Mormona estuvo trabajando como un maestro en casa dando clases de las sagradas escrituras, e hizo amistad con una familia.
Una vez que Guillen encontró sola a la niña de esa familia amiga, abusó de ella videograbándola, fotografiándola y tocándola. La policía encontró en el teléfono de Gillen una foto de la niña en traje de baño. Las autoridades estaban en el proceso de examinar diversos aparatos, celulares y discos encontrados en el hogar de Gillen.
Esta es una investigación que está en proceso, pues pueden haber otras víctimas, dijo Rinetti, la seguridad de los niños es algo que de verdad nos preocupa; Gillen es un peligro para la comunidad y para él mismo.
Este periódico hizo preguntas a la iglesia mormona en Las Vegas y de Salt Lake Utah pero no hubo respuesta.
Cuando la policía de Henderson llegó a casa de Gillen éste no sabía por qué se le buscaba y quiso matarse. Fue hospitalizado, tratado y luego liberado.