Un activista que se entregó a las autoridades de inmigración en el sur de Texas con el objetivo de conocer la situación de los detenidos dentro del Centro de Procesamiento de Migrantes en El Paso reportó el lunes 9 de diceimbre que una gran cantidad de los que permanecen presos en ese lugar son solicitantes de asilo que han aprobado sus entrevistas iniciales pero no han sido liberados o informados sobre su solicitud de liberación, tal como está determinado por los propios reglamentos de ICE.
El inmigrante de 23 años, quien prefirió no ser identificado, es activista de la Alianza Nacional de Jóvenes Indocumentados (NIYA), y habló con La Opinion desde el interior de EPPC (El Paso Processing Center), donde está desde el pasado 21 de Noviembre, día en que se entregó a las autoridades voluntariamente para espiar lo que ocurre en el lugar.
“He conocido a muchísimas personas que han aprobado su entrevista inicial de asilo (credible fear) hace meses y siguen detenidos”, dijo el activista. “En la primera barraca en la que estuve había 74 personas y 50 me dijeron que habían sido aprobados. En la que estoy ahora hay 59 personas y como 48 han aprobado la entrevista. Sin embargo, aquí están aún”.
Es la segunda vez que NIYA, el mismo grupo responsable de DREAM9 y DREAM30 infiltra un activista en un centro de detención para obtener información sobre cómo se aplican las directivas de ICE. La vez anterior lo hicieron en Florida, en Broward Detention Center y 26 miembros del Congreso firmaron una carta pidiendo una revisión de las prácticas en ese centro.
Los activistas protestaron dentro y fuera de EPPC el pasado martes, pidiendo se examinen las prácticas de manejo de casos de asilo y liberación de detenidos que han aprobado sus entrevistas iniciales.
Un memo de Diciembre de 2009 emitido por John Morton, entonces director de ICE, anunció cambios en la política de liberación de este tipo de detenidos, ordenando que debe informárseles sobre su derecho de solicitar su liberación una vez aprueben su entrevista inicial y dando a los agentes de ICE la discreción de liberar a los detenidos que cumplan con ciertos requisitos, como no ser amenaza para sus comunidades o un riesgo de escape. La revisión de “parole” o liberación debía ser automática, una vez aprueban la entrevista, añade el memo.
Según el activista infiltrado, “la mayoría de los detenidos aquí no ha tenido comunicación del agente encargado de su caso ni ha recibido respuesta a pesar de entregar los documentos para pedir su liberación”.