El lunes 28 Progressive Leadership Alliance of Nevada (PLAN) proyectó el documental “Inmigrantes a la venta”, que muestra diversas situaciones que viven las personas indocumentadas cuando son arrestadas por oficiales y son llevadas a los centros de detención.
Un grupo de aproximadamente 40 personas observó con atención el video, muchos de ellos se vieron identificados con las escenas mostradas. El filme fue producido por la organización Cuéntame con sede en Los Ángeles, California.
“Cuando te llevan al centro de detención te tratan de una manera inhumana, parece que gozan al verte sufrir allí encerrado, te hacen sentir como si no tuvieras derechos. Lo que muestra el video es lo que realmente pasa allí adentro; son muchas injusticias las que se viven”, explicó Martín Martínez quien hace unos meses fue detenido por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE por sus siglas en inglés) y permaneció por 15 días en la cárcel.
De acuerdo con el documental los inmigrantes indocumentados son el blanco de las cárceles para mantener su número requerido de presidiarios y así nutrir sus ganancias monetarias. Esto se deriva de las leyes anti inmigrantes aprobadas en algunos estados de la Unión Americana.
Al respecto la organizadora de PLAN y dreamer, Astrid Silva reveló que, “Por medio del video queremos mostrar a la gente que a causa de esta situación cada día 1100 personas en todo el país son deportadas. Ahora los inmigrantes indocumentados son el nuevo mercado de las cárceles para llenar sus dormitorios de presidiarios para obtener más dinero; están agarrando a quienes puedan pero principalmente a indocumentados. Por eso queremos que la gente siga en la lucha por conseguir una reforma migratoria para que no sigan ocurriendo este tipo de situaciones”.
El documental esta basado en la investigación de la organización Cuéntame, según su director Axel Caballero explica en una entrevista hecha por una cadena de televisión que esta problemática se debe gracias a las leyes anti inmigrantes y a la detención de indocumentados, ya que detrás hay ganancias multibillonarias.
“Son la prisiones privadas en este país que están impulsando leyes en todo el país para lucrar con los inmigrantes a ellos les pagan $200 dólares la noche por cada inmigrante que se quede allí”, manifestó.
“Cuanto más prisioneros entren más dinero generan para las cárceles privadas”.
El negocio de estas cárceles se nutre con las leyes antiinmigrantes como la SB1070, añadió.
“Las cárceles contactan a legisladores en diferentes estados y básicamente financian sus campañas a cambio de favores; son leyes antiinmigrantes que les van a proveer más indocumentados a las cárceles y más dinero. Es inmoral porque se está lucrando con los derechos civiles y humanos de los inmigrantes”, reveló Caballero.
Este tipo de abusos podrían detenerse de aprobarse una reforma migratoria justa en este 2013.
El mismo lunes el presidente Barack Obama anunció que no firmará ninguna orden para poner freno a las deportaciones de padres de jóvenes “dreamers” y descartó una acción ejecutiva para dar un estatus legal a extranjeros sin papeles válidos.
Insistió en la necesidad de una reforma migratoria integral; ya que la prioridad de su gobierno es que el Congreso ayude a enmendar el sistema migratorio roto del país.
Por lo tanto las deportaciones seguirán a la orden del día.
Recientemente, el diario The New York Times, pidió al gobierno de Barack Obama, no llevar a cabo “ni una deportación más” de migrantes que no hayan cometido algún tipo de crimen grave.
En una editorial titulada “Ni uno más”, el periódico insta al mandatario a detener las deportaciones innecesarias, aceptar que la economía no es único factor en la crisis migratoria e ir más allá de los intereses políticos.
“La administración de Obama ha mantenido un ritmo frenético de 400,000 deportaciones por año, mismas que se han hecho con base en decisiones políticas dejando de lado el aspecto de la seguridad pública”, señala el rotativo.
Según The New York Times, el presidente estadounidense se ha enfocado en resaltar el aspecto económico en materia de inmigración sin embargo, ha olvidado las “consecuencias humanas”, por ejemplo la violación de los derechos laborales y civiles de los trabajadores inmigrantes.