Corey Huh supo que Adriana era la indicada en el momento en que la vio en una iglesia.
Le gustaron sus ojos, su risa y su sonrisa con un “pequeño diente torcido”.
Pero primero debía asegurarse de que no estuviera casada. Ese día, llegó con un hombre el cual resultó ser su hermano.
Después de unos meses de amistad, empezaron a salir. Dos años después, en octubre de 2016, se casaron.
Su historia de amor dio un giro devastador hace un mes, después de que Adriana Huh sufriera un aborto espontáneo. Al principio, los médicos pensaron que el dolor y la hemorragia se debían al aborto y a los fibromas benignos, luego se preocuparon por los nódulos en sus pulmones. Desarrolló problemas respiratorios que empeoraron y fue admitida en el Hospital MountainView el lunes.
Corey no ha visto a Adriana desde entonces, comentó en una entrevista el jueves por la mañana en la casa de su pastor. Desde entonces se le ha dicho a la pareja, por separado, que Adriana tiene carcinosarcoma, un cáncer agresivo que se ha extendido desde su útero a sus pulmones. También se le está haciendo la prueba de COVID-19, aunque anteriormente dio negativo.
Corey fue rechazado tres veces de ver a su esposa debido a las nuevas políticas del hospital provocadas por la pandemia de COVID-19. El jueves por la tarde, finalmente se le permitió pasar una hora con ella en su habitación.
Por recomendación de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por su sigla en inglés), los hospitales de todo el país prohíben la mayoría de las visitas para evitar la propagación del nuevo coronavirus.
No se considera una excepción
El Hospital MountainView ha tomado medidas como la restricción de visitantes para “garantizar mejor la seguridad de nuestros pacientes, médicos, empleados y visitantes”, escribió una vocera en un correo electrónico.
Hay excepciones limitadas a la política. Puede haber un visitante adulto para un paciente pediátrico, un paciente en trabajo de parto o un paciente que se aproxima al “final de su vida”, por ejemplo.
Corey dijo que un médico del hospital le comentó que su esposa no se recuperará, y que está en peligro de caer en coma. El personal del hospital también le indicó que ella no cumple los criterios para ser una excepción.
“Cualquier petición para desviarse de la política es analizada”, escribió la vocera del hospital, Jennifer McDonnell, en un correo electrónico. “Hemos estado trabajando activamente con los pacientes y sus familias para asegurarnos de que cualquier visita, cuando sea permitida, se haga de manera segura”.
Gayla Boyd, pastora de la iglesia de Corey y Adriana, indica que Adriana, quien tiene 30 años, estaba sin familia ni amigos cuando le notificaron que tenía cáncer terminal, aunque un médico se ofreció a sentarse con ella después de recibir la noticia.
Imagínate oír esto, dijo Boyd, “con ninguna persona que te tome de la mano o llore contigo”.
“Era una joven sana hace 30 días”, continuó. “¿Cómo pudo pasarle esto? Todos nosotros estamos rezando por un milagro en este momento”.
Para dar apoyo, Corey, Boyd, amigos de la iglesia y familiares se reunieron el miércoles por la noche en el estacionamiento más cercano a la ventana del hospital con carteles que ofrecían palabras de aliento. Adriana estaba demasiado enferma como para levantarse y pararse en la ventana, pero el grupo habló con ella vía FaceTime.
Después de unos minutos, el cuerpo de seguridad del hospital le ordenó al grupo que se dispersara.
“En cuanto a las reuniones en la propiedad del hospital, nos adherimos a la orden del gobernador y desalentamos las reuniones de 10 o más personas”, aseveró McDonnell. “También estamos pidiendo a la gente que se adhiera a seis pies de distancia entre sí”.
“Haré lo que sea necesario”
Adriana Huh, conectada a un tanque de oxígeno, no ha podido hablar, así que la pareja se envía mensajes de texto.
“Le prometí que estaría con ella durante todo, y ni siquiera puedo estar con ella ahora”, sollozó Corey. Le dijo a los administradores del hospital que “usaría un traje de protección contra materiales peligrosos, haré lo que sea necesario. Ni siquiera dejaré el hospital”.
Más tarde el jueves, Corey recibió permiso para visitar a su esposa. Boyd, pastora de Truth Christian Ministries International, dijo que estaba eufórica y lo consideraba una especie de regalo de cumpleaños. Corey, quien recientemente dejó un puesto de cajero de banco para aceptar un puesto de recepcionista en un complejo turístico del Strip que ahora está en cierre, cumplió 30 años el jueves.
Cuando le preguntamos qué le diría a su esposa cuando se reunieran, respondió: “Que la amo y que no me voy a ir de su lado”.