La pasión que la cantante Paulina Rubio siente por México llega hasta el punto de no plantearse siquiera la opción de que sus restos mortales descansen, cuando llegue el momento, en otra tierra que no sea la de su país natal.
“Nunca me he ido de México. Viene de genética y por convicción, porque amas tu patria. Yo jamás me iré de México. Y si me muero fuera, que digan que estoy dormida y que me traigan de vuelta”, explicó la chica dorada al periódico mexicano El Universal. A Paulina aún le queda mucho tiempo antes de tener que preocuparse por ese tipo de problemas, ya que actualmente atraviesa uno de los mejores momentos tanto a nivel profesional como personal tras finalizar el pasado mes de noviembre su divorcio de Nicolás Vallejo-Nágera y concluir la grabación de su nuevo disco.
“Los obstáculos simplemente te ayudan a reivindicar tu situación y la prioridad que supone la familia. Solo puedo decir que me siento más fuerte que antes, con más energía y ganas de solucionar los problemas, de anular las malas energías y de cantar. Soy una persona que da, sin importarme si quieren darme algo a cambio”, añadió.
Uno de esos problemas a los que hace referencia Paulina es sin duda su tensa relación con su exmarido y padre de su hijo Nicolás Andrea (4), la cual le gustaría poder solucionar de una vez por todas.
“Llegar a un acuerdo es lo que más quiero, pero se necesita mucho más que palabras para hacerlo”, aseguraba la cantante en el programa ‘Corazón’ de Cadena Dial.