Gwen Stefani se colocó frente a un escenario de rancho neón-psicodélico, vistiendo un conjunto vaquero adornado con toques dorados brillantes. Su mirada se concentró en un punto al borde del escenario en la sección VIP del Teatro Zappos.
“Veo muchos ojos admirados en mis destellos, lo sé, es ridículo”, bromeó Stefani. “No sabes lo que es usar un disfraz de vaquera justo en frente de Blake Shelton, es como si mi fantasía se hiciera realidad”.
Es cierto, tan cierto. Stefani y Shelton son la pareja de poder de Las Vegas en este momento, la primera abriendo su residencia “Just a Girl” en el Strip ante una audiencia llena de gente la noche del miércoles en el Planet Hollywood Resort. Añadiendo un poco de Vegas a su concierto, Stefani se puso el atuendo de vaquera, deslizándose en un par de relucientes botas blancas para completar el conjunto.
Sin dudas, Stefani llega con una idea clara de qué presentar en una producción del Strip. Se abrió con la grandeza de Vegas, interpretando “Hollaback Girl” en una escalera maravillosa con bailarinas disfrazadas. La escena rememoraba la feliz extravagancia de “Jubilee”, “Folies Bergere” y “Lido de Paris”.
Sí, esos shows ya no existen, y la showgirl misma está casi extinta en Las Vegas. Pero si tienes una imaginación noble y recursos generosos, ella puede vivir para siempre. Stefani y su equipo de bailarines de apoyo le están dando a ese ícono de Las Vegas, y la grandeza de la producción de la ciudad, un nuevo giro en su residencia de 25 shows (este fin de semana y fechas seleccionadas en julio, diciembre, febrero y marzo).
La puesta en escena en otro lugar fue resbaladiza y elegante, pero no abrumadora. La imagen danzante de Stefani y elementos como Betty Boop y girasoles giratorios se mostraron en los paneles de video que flanquean el decorado. Ella tomó un escenario cubierto de rosas, para “Do not Speak” cerca del final del espectáculo. En un momento dado nos trataron con bailarines que surcaban con tubas falsas y plátanos gigantes (para el toque de vuelta de la canción “Hollaback Girl”).
En forma y segura de sí misma, Stefani de 48 años, organizó el show de manera inteligente con un alto complemento de éxitos de No Doubt con “Spiderwebs”, “Hella Good”, “Hey Baby”, “Ex-Girlfriend”, “Don’t Speak” y el título del programa, “Just a Girl”. También realizó solos, entre ellos “Luxurious” (de forma fortuita en la pantalla LED), “Cool” y “The Sweet Escape”.
Pero en el mundo de Stefani, también puedes cantar canciones que desearías haber escrito: “The Tide Is High” de Blondie y “Umbrella” de Rihanna.
El espectáculo fue marcado con algunos inconvenientes. Tuvimos el mal funcionamiento del vestuario cuando Stefani se enredó en uno de sus brillantes corsés (diseñado por Jeremy Scott, quien también recibió una llamada del escenario). Stefani invitó a tres chicas jóvenes al escenario para sacarla de ese lío.
“Alguien párese aquí y quíteme esta (improperio) de mí ahora mismo … Miren, este es básicamente nuestro ensayo de vestimenta, y es por eso que dije que esta noche fue una de las más memorables de toda la gira”.
Sí dijo eso, y destacado a notar que Stefani también trabajó con su propia voz en un teatro famoso por el seguimiento vocal. De vez en cuando se quedaba sin aliento, lo cual es típicamente una indicación de que un cantante está, ya sabes, cantando.
En uno de sus cinco disfraces, Stefani habló a la audiencia a través de un video clip a mitad del espectáculo. Habló de su vida personal, de cómo había sido “desafortunada en el amor” y esperaba tener muchos hijos y una “familia perfecta”.
“Eso es algo que soñé durante mucho tiempo, pero mi propia experiencia de vida amorosa no fue lo que pensé que sería”, comentó. “Siento que tuve mucho amor para dar dentro de mí, pero tuve mala suerte en el amor, lo que ha sido una bendición porque he podido escribir sobre eso y compartir eso y tener esta carrera musical increíblemente bendecida.
Hubo un momento en mi vida en el que sentí que lo estaba perdiendo todo … Cuando miro hacia atrás en todas las ocasiones, mi corazón se rompió, siempre fue la música lo que me curó”.
Ese clip era en blanco y negro, un marcado contraste con el espectáculo de la actuación en vivo, y mostraba el rostro de Stefani de cerca. Fue un momento que lo juntó todo. Artísticamente, e incluso personalmente, este espectáculo es la manera en que Gwen Stefani refleja, suelta, se viste y presume.