Gran sorpresa causó la cancelación de la boda de Lady Gaga en el verano de este año, después de un lustro de noviazgo con Taylor Kinney. En su momento la cantante anunció que se trataba de una separación temporal para que ambos pensaran cómo resolver las dificultades que causan las distancias y las exigencias de sus respectivas ocupaciones. Sin embargo, la ruptura parece definitiva y ella ha explicado sus motivos.
En entrevista con “Sunday Morning” de la CBS, “La Madre Monstruo” dejó entrever que no recibía el mismo amor que ofrecía: “Creo que las mujeres amamos muy fuerte. Amamos a los hombres con todo lo que tenemos. A veces ocurre que este amor no coincide con el tipo de dignidad que querríamos. No intentamos que sean menos hombres, solo queremos que nos amen con tanta intensidad y profundidad como nosotras los amamos”.
Una amiga de la artista comentó a US Weekly que Taylor solo se preocupaba por sí mismo y no era muy atento con su novia, además de que no se esforzaba por comprenderla ni apoyaba su carrera. Por otra parte, Gaga siempre ha declarado que su profesión es la prioridad en su vida, así que quizá tampoco ella hizo un espacio lo bastante grande en su agenda para su novio.