La última dinastía Joseon se caracterizó por ser un periodo de agitación social y económica en Corea.
Debido a las desastres naturales, las continuas malas cosechas, la pobreza, el hambre y la muerte están a la orden del día. Preocupada por su propia riqueza, la aristocracia comienza a extorsionar a las clases bajas.
En medio del torbellino, una banda de luchadores se levanta contra las autoridades para perseguir a funcionarios corruptos y compartir su botín con los más desfavorecidos.